Si, la decadencia es absoluta. Igual duró demasiado para un hombre que ni siquiera sabe rapear. Su canción con Madonna suscitó los más altos comentarios en este país de mediocres, sin embargo en el universo musical ridiculizaron a Madonna por su patético intento de tomar a un cantante cuyos únicos talentos son su juventud y belleza, para relanzar su carrera. Medellín, la canción en la que hicieron el dueto, fue un clamoroso fracaso. Incluso el crítico musical señaló que Maluma era ya mercancía dañada, una de esas ondas pasajeras, una Melody con avión y sin talento.
No era el reggetón, era Maluma. Miren nada más el último trabajo de J Balvin, supo evolucionar en uno de los ritmos más criticados de la industria. A Maluma le quedaba difícil flotar en el exigente universo musical sin talento. Muy complicado así. Y por eso ya no mueve tanta gente como hace un par de años. Tiene 25 años y ya se acabó su mentira. Su concierto en Lima fue cancelado por una imbecilidad, por algo que no debería pasarle a un artista de su envergadura: cancelaron su concierto por falta de medidas de seguridad. Una buñuelada total.
El intermedio del Super Bowl también volvió a dejar claro que los días de Maluma pasaron y que artistas como Shakira y J Balvin son eternos mientras Shakira es una moda pasajera, como lo podría ser Locomia, el baile del perrito o Jordy, el niño francés del que nadie se acuerda. Solo den una vuelta por los medios para darse cuenta que es un producto perfectamente establecido, nunca un artista sino una estrategia de marketing y como tal tiene fecha de caducidad. Maluma es mercancía dañada, una mentira que ya no se cree nadie.