Según Wikipedia, abrir una caja de Pandora significa una acción en apariencia pequeña o inofensiva, pero que puede atraer consecuencias catastróficas. Pues bien, lo que sucedió en Popayán, Cauca, en donde aseguran a su alcalde y lo trasladan a una cárcel de máxima seguridad es un hecho que cambia por completo el panorama de la gobernabilidad del municipio y las elecciones del 27 de octubre de 2019.
No daré una discusión jurídica porque no es de mi competencia, pero lo cierto es que “el Juzgado Tercero Municipal de Control de Garantías ordenó medida preventiva intramural para César Cristian Gómez Castro, alcalde de Popayán, por las presuntas irregularidades en la firma de un convenio interadministrativo con Emtel y Quipux S.A, para la prestación de servicios de la Secretaría de Tránsito Municipal. El caso está en apelación” (El Tiempo).
Popayán se quedó sin alcalde, se generaron una serie de suspicacias como una denominada “Feria de Contratos” y a la 1:00 p.m. del miércoles 30 de enero, asumió por instrucciones del gobernador del Cauca el secretario de Salud Departamental. Eso fue lo que sucedió grosso modo, pero, una de las grandes discusiones es: ¿Volverá el alcalde a su despacho? ¿Quién sacará provecho de la victimización en torno a la mala hora de Cesar Cristian? ¿Se activará de nuevo la “lucha de clases” entre el humillado y redentor en contra de los nepotistas?
Comenzó el juego y muchos empezaron a pescar en río revuelto. Cabe recordar que en el 2015, la Alianza Social Independiente, la Alianza Verde y el MAIS avalaron al actual Alcalde, luego llegaron todos en bloque el Partido de la U, el Conservador y gran parte de los “ismos” del Partido Liberal. ¡Claro! ¡Con razón sacó cerca de 70.000 votos! Todos se fueron donde el humilde, en contra del “nepotismo radical”. Dicho esto, y volviendo al incierto 2019, se propone por muchos un escenario similar, en donde un grupo que apoya al alcalde hará un plantón a su favor el próximo 7 de febrero, ahí nos daremos cuenta quienes quieren aprovechar la coyuntura de cara a octubre.
¿Lograrán generar un reencuadre y victimizarse? ¿Qué harán los liberales para que no se repita el 2015? ¿Cuántos movimientos significativos de ciudadanos recolectarán más de 50.000 firmas para lograr nominarse? ¿Habrá consultas en mayo? ¿Se replicará el fenómeno de las “firmatones” de la campaña presidencial para que luego los partidos con personería jurídica aterricen? ¿Podrán con el ego los sectores alternativos tanto para la alcaldía como para la gobernación? ¿Seguirán los mismos 7 precandidatos y candidatos a la gobernación o aparecerá el outsider que desbarajustará todo?
Finalmente uno podría decir que el panorama cambia totalmente con miras al 27 de octubre, unos precoces que estaban con hambre de poder ahora claman para sonar en las ternas, y ¡Es normal!, y bueno, como ya no acompañan al alcalde asegurado, pretenden sepultarlo políticamente.
¡A ponerse las pilas candidatos! Hay que replantear las estrategias, lo que necesitamos los payaneses es de un perfil que nos genere estabilidad, que administre bien los recursos, que tenga experiencia en lo público, que no sea caprichoso, y por favor que no hayan más tortugas deprimidas, ni ferias contractuales, y que no salgan miembros del equipo municipal a decirnos que nos debemos de cuidar solos y que no demos papaya.
PD: Duele por la ciudad, no crean, pero muchos se relamen los bigotes, muchos…con orfandad de poder.