Él es Juan, un niño venezolano que con tan solo 9 años hoy agradece poder aprender a leer y a escribir fuera de su país. Muchos de estos pequeños se encuentran en regiones fronterizas y no están inscritos al sistema escolar.
«Me gusta cuando nos ponen las tareas, cuando escribimos, cuando coloreamos la tarea que nos pone la seño», cuenta.
Uno a uno van sumando las decenas de niños, niñas, jóvenes y adolescentes migrantes que llegan con sus familias al Centro de Atención Integral, ubicado en el departamento de La Guajira.
“Están prestos a oír a su profesora cada vez que ella dicta una actividad, ellos la hacen de verdad que sí, de verdad que la hacen con cariño y con amor”, dice Deiver Chirino, padre de familia.
Este lugar permite que niños, niñas y jóvenes colombianos, repatriados y venezolanos, en estado vulnerable, accedan a un espacio de vivienda, comida, y aprendizaje semejante al de un colegio.
Son miles de pequeños que se están beneficiando del Centro de Atención Integral, gracias al trabajo de organizaciones no gubernamentales como Save the Children Colombia y el Gobierno de Canadá.
“Jugamos un papel muy importante para los niños y niñas migrantes en este Centro de Atención Integral, y es atender sus necesidades educativas. Recibimos los niños aquí en edades de 9 a 11 años donde les brindamos la atención académica bajo la estrategia de numeracy y literacy, esto lo realizamos todas las semanas, los niños están acá aproximadamente un mes», explicó Lismey Castro, tutora de Save The Children La Guajira.
Las estrategias se ven reflejadas en cada una de las personas que llenas de sueños y esperanza pasan por este lugar.
«A estudiar, a sumar, a restar, a colorear, muchas cosas me encantan de aquí», comenta Daniel, una de las pequeñas que se beneficia de estos proyectos que buscan garantizar el derecho de educación de los niños, niñas, y adolescentes.