En el universo de las criptomonedas existe mucha curiosidad sobre el perfil del creador de la unidad funcional más conocida: Bitcoin. La identidad de Satoshi Nakamoto es uno de los misterios más grandes del mundo de las criptomonedas, quien fuera el encargado de dar origen a uno de los fenómenos con más impacto en las comunidades digitales, convirtiéndose de un desarrollador anónimo, a una leyenda.
Parte de lo que se conoce sobre este personaje, es que apareció en el 2008 en foros criptográficos y en el 2009 minó el primer bitcoin de la historia.
Finalmente, en el 2011, Nakamoto envió un mensaje a un compañero, comentándole que por motivos personales decidía encaminarse en nuevos horizontes, sabiendo que el futuro del Bitcoin estaba en buenas manos. Desde entonces no se ha vuelto a saber nada de este ícono de la cultura cripto.
¿Quién es Satoshi Nakamoto?
Es el nombre anónimo utilizado por el creador (o los creadores) de Bitcoin. A pesar de que varios seguidores y detractores han intentado averiguar la identidad de este personaje, no hay información acerca de la persona real detrás de la creación y lanzamiento del proyecto.
Inclusive, varias fuentes divagan sobre la autenticidad de esta personalidad, formulando una serie de teorías, en las que los criptoentusiastas sustentan que puede ser tanto una persona como un grupo anónimo de desarrolladores.
A pesar de esto, es conocida alrededor del mundo la publicación hecha en 2008, que posteriormente impulsaría el auge de las criptomonedas.
El inicio de Bitcoin
La publicación Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System surgió como solución al problema de la incapacidad para crear escasez en internet, y como consecuencia, una moneda. De esta forma, Nakamoto propuso un enfoque descentralizado para las transacciones.
Esta propuesta se vio reflejada en la creación de una Blockchain, el cual sirvió para incluir la participación de un tercer validador que aceptara la información y el traspaso de activos.
Los expertos afirman que frente a este formato, el proceso en el cual se distribuye este registro de transacciones digitales que se encuentran en las plataformas de intercambio de criptodivisas, se hace a partir de muchos nodos.
El sistema se descentralizada y para los actores, es prácticamente imposible modificar un libro de órdenes para su propio beneficio, impidiendo el control monopolizado de los activos.
Además, Bitcoin es de código abierto. Por ende, ninguna persona controla Bitcoin y cualquiera puede participar, debido a las facilidades de contar con un sistema elaborado a partir de un diseño público. Varios usuarios y desarrolladores de diferentes partes del mundo se congregaron en los foros de Bitcoin para contribuir con el código y trabajar en el proyecto.
Satoshi: la unidad funcional
En honor al creador de Bitcoin, los equipos que trabajan en el software decidieron denominar Satoshi a la unidad de medida más pequeña de la criptomoneda. Sin lugar a duda, la unidad es la más conocida y ha sido formulada con el objetivo de ampliar las posibilidades valorativas en los procesos transaccionales.
A partir de esto, el sistema permite que los usuarios cuenten con una flexibilidad de pago sin igual a comparación de otros activos.
“Para poder tener una idea de cuál es la proporcionalidad entre un bitcoin y un satoshi, es necesario comprender que su relación es similar a la de cualquier moneda tradicional frente a su unidad funcional. Así, al igual que un dólar puede ser dividido en 100 centavos, un bitcoin es divisible en 100,000,000 de unidades, llamadas satoshis. La fracción mínima de un bitcoin sería 0,00000001, facilitando el uso de hasta ocho decimales” indican expertos del tema.
