Sarmiento, Santo Domingo y Ardila, también en el negocio de la madera colombiana

Sarmiento, Santo Domingo y Ardila, también en el negocio de la madera colombiana

Estos billonarios, movidos por incentivos tributarios, se han metido a reforestar tierras en el país, un negocio en el que las empresas extranjeras pisan duro

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diciembre 16, 2020
Sarmiento, Santo Domingo y Ardila, también en el negocio de la madera colombiana

La reforestación empresarial del país inició prácticamente en los años 60s, con plantaciones forestales en Antioquia, Cipreses de Colombia e Inversiones Forestales Doña María y Cartón de Colombia S.A que organizó su División Forestal y Procecolsa (hoy Papelsa, S.A). En la década entre 1970 y 1980, el mayor esfuerzo reforestador corrió por parte de las nacientes Corporaciones forestales y algunas empresas de servicios (EPM, Chec, ISA, principalmente).

Posteriormente, gracias a los incentivos tributarios entre 1979 y 1982, se fundaron algunas de las mayores empresas empresas reforestadoras del país, como Reforestadora de la Costa – Refocosta, del Grupo Santo Domingo a través del Grupo Valorem, cuyo presidente de Junta Directiva es Alejandro Santo Domingo Dávila.

Refocosta, inició operaciones el 24 de diciembre de 1980 en dos grandes plantaciones, La Gloria, en el departamento del Magdalena, con una extensión de 7.288 hectáreas y Villanueva en el departamento de Casanare, con una extensión de 3.450 hectáreas. Hoy cuenta con otra plantación en Risaralda y está construyendo la primera planta del país de generación eléctrica a partir de la biomasa forestal en Puerto Carreño.

La empresa, cuyo presidente es Carlos Andrés López, no fue sostenible durante muchos años, hasta que a principios de siglo se industrializó y empezó a ofrecer servicios. Con cerca de 5.000 hectáreas sembradas y unos activos de $ 247.000 millones, sus ventas el año pasado fueron de $ 84.000 millones con una utilidad neta de $ 2.000 millones

 

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Refocosta, del Grupo Santo Domingo, inició operaciones el 24 de diciembre de 1980

Refocosta se asoció en 2011 con Proteak, una empresa mexicana, que se dedica a negocios de reforestación de maderas preciosas, especialmente la teca, y que extendió sus opeaciones al país al adquirir 1.300 hectareas efectivas de plantaciones de teca ya maduras en el país (600 de estas con más de 20 años de edad). Proteak que cotiza en la bolsa de Mexicana de Valores, nació a principios de siglo y hoy es la mayor empresa forestal-industrial de México y Centroamérica, ocupando el tercer lugar a nivel mundial como productora de teca. Además de México y Colombia posee plantaciones en Costa Rica, y exporta sus productos a más de 15 destinos en América, Europa y Asia.

A principio del año pasado, Refocosta se asoció con Forestal Monterrey Colombia – FMC, de la Organización Sarmiento Angulo, para crear una sociedad en partes iguales destinada a procesar y comercializar madera contrachapada. Refocosta ya comercializaba en el país madera contrachapada importada, pero esta alianza le permitirá ampliar el negocio y usar producto en bruto procesado por FMC.

Forestal Monterrey tiene plantaciones de Melina y Ceiba Roja en la Hacienda Monterrey en Zambrano, Bolívar (7.262 hectáreas), Hacienda Pueblo Nuevo en Ariguani, Magdalena (1.047 hectáreas), además de plantaciones con Finagro (3.889 hectáreas) y Pameca (392 hectáreas) en el Cesar, destinadas principalmente a producir madera sólida útil para la producción de tableros contrachapados en sus plantas.

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La organización Santo Domingo tiene plantaciones de reforestación en Magdalena, Casanare y Risaralda.

Esta no era la única inversión en el sector maderero de la Organización Sarmiento, sin embargo, es la única que permanece porque otras incursiones empresariales como Triplex Pizano, Manufacturas Terminadas – Mantesa, Agrocanay y Aglomaderas están en proceso de liquidación.

La Organización Ardila Lulle también le apostó al sector hace más de 45 años, cultivando y produciendo maderas para uso industrial. Las plantaciones forestales están bajo el nombre de Cipreses de Colombia, que opera las más de 12.000 hectáreas de bosque en Antioquia (municipios de Medellín, Caldas, Yarumal y Yolombó), donde un 34 % son bosques naturales protegidos y en el resto se cultiva pino, ciprés y eucalipto.

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La Organización Ardila Lulle, presidida por Carlos Julio Ardila, le apostó al sector maderero hace más de 45 años

El grupo Ardila tiene inversiones en otras empresas como el Grupo Núcleos de Madera, son Núcleos e Inversiones Forestales de Colombia que se encarga del aserrío y la prefabricación de panales de madera y madera para constructores y ganaderos en su planta de procesamiento en el municipio de Yarumal, y TM Codemco se provee varios productos como formaletas, tableros aglomerados, así como servicios de corte, enchape, etc.

Por tratarse de un negocio que exige mucho capital en el tiempo son los grandes jugadores empresariales los que invierten en las grandes reforestaciones. También la Organización Corona está con Madeflex que nació en 1947 cuando Manufacturas Corona S.A contrató a un grupo de expertos para estudiar la utilización de los bosques colombianos, formando en 1958 la empresa que tiene por objeto social la elaboración de artículos en fibra de madera, entre los que se encuentran puertas, closets, marcos y molduras, que fabrica Desde hace más de 20 años bajo la marca Fortec.

Para el procesamiento del Madeflex, la empresa cuenta con un puerto sobre el rio Magdalena para recibir la madera y una reforestadora con 4.000 hectáreas de Eucalipto en el departamento del Magdalena más dos mil de las cuales se encuentran en cultivos en Montes de María, lo que le garantiza el suministro permanente de materia prima.

La filial del Grupo Argos, Tekia (antes Reforestadora del Caribe), se dedica a la siembra y venta de teca, operando más de seis mil hectáreas en Bolívar, Córdoba y Sucre. Sin embargo, en abril del año pasado le tocó restituir 510 hectáreas en el municipio de San Onofre, Sucre, ante una reclamación de despojo a 9 familias, donde había invertido varios fondos de pensiones y cuyas pérdidas se estiman en $ 14 mil millones. La empresa realizó varias adquisiciones en los años 2005, 2007 y 2008, cuando se suponía que la situación de inseguridad en la región de los Montes de María, que abarca 15 municipios de Sucre y Bolívar, se había superado.

Otras industrias, como Tablemac fundada a finales de los años 80s en Manizales, por el entonces Sindicato Antioqueño, también le apostaron a la producción de tableros, especialmente los de fibras y partículas. Casi una década después, inauguró su segunda planta en Yarumal, Antioquia, y en siguiente década otra en Guarne, Antioquia. En 2012 la brasileña Duratex, que se especializa en la fabricación y comercialización de paneles de madera entró como socia y posteriormente adquirió la casi totalidad de la empresa pasando a llamarse Duratex S.A.

Duratex es una empresa que lista en la bolsa brasileña un 40 % de sus acciones, el resto está bajo control de dos accionistas, Investimentos Itaú (40 %) y Bloco Seibel (20 %) que pertenece a la familia Seibel, Salo Davi Seibel es el presidente de la junta directiva.

La chilena Cambium, se asoció en 2013 con la colombiana Campo Capital, para operar través de Campo Forestal el proyecto de la resforestadora Cumere, que administra la operación de 25.000 hectáreas, de las cuales 10.000 son sembradas en Eucalipto en San Martin, Meta. El objetivo es abastecer una industria forestal en las proximidades de Puerto López, Meta, para proveer de madera al mercado de tableros.

Smurfit Kappa, la papelera más grande del mundo es dueña desde al año pasado de casi la totalidad de Cartón de Colombia y de sus 68.000 hectáreas de tierra forestal en el país entre las cordilleras central y occidental. Un 32 % de las cuales son bosque protegido y 43.000 hectáreas se destinan a la producción de pulpa y papel, únicas en el país, las demás empresas que requieren este insumo la adquieren de terceros con origen extranjero. Está en el país bajo distintos nombres desde 1986 y con importantes siembras en zonas de conflicto en las laderas del Valle del Cauca y el Cauca.

El negocio de la madera ha despegado con fuerza gracias a los incentivos tributarios sostenidos por los últimos gobiernos para estimular la agroindustria en el país.

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