Y como era de esperarse, poco después de la captura de alias Jesús Santrich, sus aliados farianos prepararon el tridente del diablo para ver —ahí si como se dice— cómo diablos sacan a su compinche de la cárcel y lo bajan del avión de la DEA con rumbo a su extradición.
Veamos.
Primera punta: La entidad responsable de asumir el caso es la JEP (Justicia Especial para la Paz) y no la Fiscalía General de la Nación.
Eso dicen los farianos.
Y no es así. La entidad responsable en primera instancia de dar efectividad a la orden de captura con fines de extradición por narcotráfico, emitida en circular roja por la Interpol aquí y en cualquier país, es la Fiscalía, así que olvídense que la DEA no tiene jurisdicción o que van a la Corte de DD.HH. y demás leguleyadas inútiles y mentirosas.
La JEP solo verificará en su momento, en un trámite que no tarda más de un día, si la fecha delictiva es antes o después de la firma del tratado donde se comprometían a no volver a delinquir.
Así lo afirmó en entrevista a la W la mismísima presidenta de la JEP, por lo cual no se entiende que ella misma diga que se tomarán 120 días para comprobar una mísera fecha.
Punto y pasemos a la segunda punta:
Sembrar dudas y amenazas sobre la legitimidad de la operación de Interpol, DEA, y Fiscalía de Colombia, que según los farianos es un vulgar montaje que amenaza gravemente el proceso de paz. (Traducido al chibcha común: si lo extraditan, volvemos a las montañas a repartir plomo a diestra y siniestra).
De hecho ayer un frente las Farc asesinó a los tres periodistas ecuatorianos que tenían secuestrados. Algo tuvieron que ver con la muerte violenta que voló en pedazos los cuerpos de ocho policías y un primo de Iván Márquez, capturado junto con Santrich, que era el jefe del cartel que se estaba robando los dineros donados por otros países para la paz (¡!).
Pero volvamos con esa segunda punta del tridente del diablo:
El arsenal de pruebas que le será descubierto a Santrich en audiencia en tribunal de New York ante un súper estricto juez nombrado por el mismo Trump y que incluye filmaciones con audio, grabaciones, decenas de documentos, encontrados en las computadoras y USB de Santrich en el momento de su captura y además los testimonios de otros arrestados buscando evitar la cárcel gringa es tan monumental que Santrich tendrá que cambiar sus lentes de sol por unos de aumento, y tan aplastantes son que en la reunión poscaptura entre Timochenko y Santos, al jefe fariano no le quedó más remedio que aceptar la captura y la extradición y solo se pudo limitar a pedir que se respete el debido proceso.
Dicen los farianos que un solo hombre no va a patear la mesa del proceso.
Aunque eso de un solo hombre yo, al menos, no me lo creo.
¿De dónde iba a obtener Santrich las 10 toneladas de coca que iban a traficar?
Pues de los mismos “disidentes” de las Farc que tienen el control de los territorios en el pacífico colombiano, donde frente al océano azul está el océano blanco de la droga que ellos elaboran.
Por tanto, hay que seguir halando el hilo porque es evidente que hay más miembros tanto de la cúpula como de los guerrilleros que van a viajar por cortesía de la DEA al país de Mickey Mouse.
Tercera punta:
La huelga de hambre de Santrich, en la que ordena mediante documento y firma que no permite recibir alimentos, ni atención médica. Solo agua.
Estrategia con la que Santrich busca convertirse en "el gato" para que sus abogados aludan que dado el delicado estado de salud de Santrich por su pérdida de peso es imposible que sea trasladado a una cárcel y menos a una en Estados Unidos, y por lo tanto debe atender todo el proceso en prisión domiciliaria, con médicos y equipos de su confianza, y así dejar que el tiempo pase para tratar de enfriar las cosas como lo hace hábilmente “la gata” del chance en su mansión de Barranquilla.
Tampoco.
El juez de New York, que tiene fama de díficil por lo drástico que es, no es el mismo pendejo que aquí en Colombia le come cuento a la felina chancera.
Para casos como estos que buscan eludir la acción de la justicia, la DEA tiene ambulancias y aviones-hospitales, con médicos y equipos de primera categoría.
Ni la duda, ni el montaje, ni la huelga de hambre admiten siquiera un asomo de quizás, quizás, quizás.
