Santos ya está Maduro, sin duda, pero no para el Nobel de Paz. Ese tan anhelado y buscado, para el que ya ha sido postulado junto con Timochenko y las Víctimas del Conflicto, es decir, con una multitud, es posible que hasta se lo den. Al fin y al cabo el de Paz es el Nobel más desprestigiado de todos. Se lo ganaron judíos y palestinos que se siguen matando como locos; se lo ganó Obama y no ha podido detener ninguna guerra, ni cerrar Guantánamo.
Para lo que sí está maduro Santos es para un gobierno malo o un desgobierno en el que sus ministros hacen embarradas por todas partes y no responden por nada. De seguir ese camino, guardadas proporciones, estaremos tan mal dirigidos como nuestro país vecino, Venezuela.
Empecemos por lo más triste: las muertes de niños en la Guajira. El Ministro de Salud intentó convencernos de que las muertes no eran por desnutrición, pero que los menores si estaban desnutridos. La directora de Bienestar no pudo dar muchas explicaciones de la muerte de menores que estaban bajo su custodia. Ella tenía otros líos mayores como salvar su ceremonia de matrimonio suspendida por una orden de captura.
También en otro tema de Salud, la intervención del ministro Gaviria ha sido pobre y errática. Por favor no se embaracen hasta después de junio porque les puede dar Sika y sus bebés podrían tener microcefalia. Pero más tarde dijo que no estaba comprobada la relación de esa malformación con el Zika pero que sí podía dar Gillain Barré. Las medidas preventivas han corrido por parte de las redes sociales que recomiendan desde trampas para zancudos hasta secar todos los depósitos de agua. Pero un plan de fumigación, por ejemplo, no se ve por ningún lado.
En cuanto al tema del transporte la ministra Abello tampoco le está ayudando a su gobierno. Sale en mala hora con un alza injustificada en los avalúos de vehículos. Después decide retractarse porque las tablas estaban mal hechas y dice que si se pagará más pero que no es un error. Un galimatías que no entiende ni ella misma.
El ministro de Agricultura para no quedarse atrás en embarradas,
lanza una declaración rimbombante sobre el alza en el costo de vida:
¡los supermercados son los culpables!
El ministro de Agricultura para no quedarse atrás en embarradas, lanza una declaración rimbombante sobre el alza en el costo de vida: ¡los supermercados son los culpables! Cuando le jalan las orejas desde Fenalco hasta su jefe el presidente, dice que nos son las grandes superficies, sino los zares de la papa, de la cebolla, de las verduras. Agrega el ministro que su preocupación es que los mayores precios no les lleguen a los campesinos. Y quedamos sin saber si lo que lo desvela es el alto costo de los alimentos o que ese mayor valor esté mal repartido.
Lo anterior se sumó a los anuncios del Ministerio de Hacienda sobre la mala situación de las finanzas públicas y anuncios, retirados poco después, de aumento de impuestos y aumento en la tarifa del IVA.
Ni hablar de los líos con la refrendación de los acuerdos de La Habana. El gobierno con el ministro del Interior insiste en el plebiscito y la Farc apoyadas por sectores grandes de la izquierda se ratifican en la Asamblea Nacional Constituyente.
Con esos ministros para que enemigos, presidente. Sus anuncios muy “duros” sobre investigar lo de Reficar, los escándalos de la Policía, las muertes de menores en la Guajira y la refrendación “les guste o no a las Farc”, no los obedece nadie. Parecería que todo se le está saliendo de las manos, menos tal vez los viajes pomposos a Washington. O tal vez si, recordemos que en dos aviones repletos de lagartos no cupo ni un negro o negra para mostrar lo incluyente que es su gobierno.
¡Ojo con esos detalles!, dicen que en los detalles está el diablo.
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