Después de 30 años de los fatales hechos del 6 y 7 de noviembre, en el que murieron 17 magistrados, 46 civiles y 35 guerrilleros, el presidente de la República le dio la cara a las víctimas: 'Reconozco la responsabilidad del Estado colombiano y pido perdón por los desaparecidos forzados'. Aunque lo hizo en cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado por la desaparición de Carlos Rodríguez Vera y otros dependientes de la cafetería del Palacio de Justicia, Santos aseguró haber hecho el acto de perdón 'de corazón y no por obligación'.
En su discurso, después de escuchar a seis representantes de quienes perdieron familiares en los cruentos hechos, el presidente enumeró todas las omisiones y actos que responsabilizaron a los agentes del Estado del terrible final que tuvo la toma del M-19 con la que pretendía realizarle un juicio público al expresidente Belisario Betancur.