Desde su creación, vía Ley 75 de 1968, las madres comunitarias han sido el verdadero pilar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF. De no ser por ellas, los niños del país estarían aún más desprotegidos de lo que están ahora.
Y a Santos le pareció exagerado “habilitar recursos presupuestales nuevos”, al año, por $800.000 mil millones para pagarles un salario más digno a las madres comunitarias, pero no titubeó para firmar el decreto que aumentó en 7% (unos $2 millones más) el salario de los parásitos del Congreso.
Para Cristina Plazas, directora del ICBF, aceptar dicha Ley es “condenar a muerte” al instituto y cínicamente dijo que la objeción del proyecto “no atenta contra sus derechos laborales”.
¿No atenta contra sus derechos el que solo a partir de 2014, cuando desde siempre las han explotado laboralmente, empezaran a ser formalizadas?
¿No atenta contra sus derechos laborales, (le prestan un servicio al Estado) el que el ICBF use la propiedad privada de las madres comunitarias?
Dra. Plazas: ¿sin las 64 mil casas de estas mujeres, el ICBF tendría cómo atender, adecuadamente, a los 4 millones de niños que beneficia? Lo dudo.
Las madres comunitarias definirán en próximos días si realizan paro. Les duele en el alma no atender a los niños, pero saben que así es la única forma de tratar de presionar al gobierno.
Y su justa lucha tendría más eco si recibieran el apoyo de animalistas, sindicalistas, estudiantes, campesinos, indígenas y ciudadanos en general. Porque de la clase obrera colombiana, que tire la primera piedra quien en su niñez no haya estado en una guardería de las madres comunitarias.
Ojalá en los próximos días la Corte Constitucional declaren exequible el proyecto de Ley y las madres comunitarias por fin reciban un salario justo por su abnegado trabajo, porque sin ellas, la niñez colombiana estaría más desprotegida de lo que está ahora.
¡Mi total apoyo y respaldo a Emelina Ramírez y a todas las madres comunitarias de Colombia! La infame afrenta del Nobel de Paz las tiene tristes, cabizbajas.
@adolfoflorezg