En el 2014 el entonces presidente Juan Manuel Santos se comprometió ante el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, a aportar a la capital con $9.6 billones para la primera línea del Metro que iría hasta la Calle 100. El acuerdo se selló dos meses antes de que Petro culminara su mandato cuando recibió personalmente del presidente un cheque simbólico que no tenía respaldo presupuestal y nunca llegó a cumplirse.
No sucedió lo mismo con Enrique Peñalosa, sucesor de Gustavo Petro en la alcaldía, a quien Juan Manuel Santos si le respaldó su propuesta del Metro, pero elevado y abrieron la primera licitación. Inclusive Peñalosa le agradeció que hiciera de su proyecto un tema de interés nacional lo que era clave para tiempos de licencias y coordinación regional.