Juan Manuel Santos no regresó a su oficina donde trabajó siempre en campaña y en los reposos políticos, como tampoco se fue a la sede de la recién creada Fundación Compaz, con los ocho millones de coronas suecas, casi un millón de dólares del Premio Nobel, que estará en cabeza de Sergio Londoño Zurek y su hija María Antonia. Organizó oficina cerca a su nueva casa –que también está estrenando– en el barrio El Refugio en los cerros orientales Bogotá. Ocupa un espacio en el edificio donde operan los negocios privados de los Santo Domingo en cabeza del primogénito Alejandro, quien despacha desde el noveno piso cuando está en la capital.
El edificio de 10 pisos, más tres de sótanos, fue diseñado por el prestigioso arquitecto Luis Restrepo y alberga todos las inversiones del holding Valorem de propiedad, mayoritariamente de la viuda de Julio Mario Santodomingo, Beatriz Davila y sus hijos, Alejandro y Andrés, quienes ya tienen familia. La oficina de Santos es la única particular en esta sede, cuyo acceso es más restringido que el de la Casa de Nariño; casi un búnker en términos de seguridad.