El español Jesús de Polanco sabía que su íntimo amigo, el expresidente Belisario Betancourt, sería el hombre ideal para representar a la Fundación Santillana en América Latina. No se equivocó, Betancur le abrió camino hasta convertirla en líder en el mercado de libros escolares en la región y la número uno en Colombia. Fueron treinta años en los que Santillana fue invencible posicionándose como la reina de los textos y cartillas educativas a mitad y final del año escolar, un boom tanto para los colegios públicos como privados. Y para ello, la editorial desalojó a Norma, su gran contrincante, comprando la totalidad de sus acciones por más de 50 mil millones de pesos e 2016.
Santillana era una de las empresas bandera del Grupo Prisa cuando estaba controlado por Jesús de Polanco, el tercer hombre más rico de España. En 2006 -un año antes de su muerte- su fortuna personal ascendía a los 3 mil millones de dólares. El imperio de Polanco nació en el centro de Madrid cuando apenas tenía 18 años y vendía libros de segunda que compraba en mercados de las pulgas. Huérfano de padre desde que tenía dos años, Jesús de Polanco intentó costearse su carrera de Derecho con la venta de libros que, por cierto, llevaba también hasta la puerta de la casa de sus clientes. Sin embargo, terminó abandonando la universidad, el tiempo no le alcanzaba para estudiar y tampoco para llegar a paz y salvo con sus deudas a fin de mes.
Desde Concepción -un barrio popular clase media baja de Madrid- Jesús de Polanco se dedicó de lleno a la venta de libros, dejó de comprar libros usados y los reemplazó por cuadernillos de caligrafía, cartillas de alfabetización, libros infantiles, juveniles y manuales de matemáticas, español, ciencias sociales, química y física. En 1958 llamó su modesto negocio como Editorial Santillana, con un objetivo claro: extender la alfabetización e impulsar el aprendizaje en niños y adolescentes.
Tras adquirir un éxito sin precedentes en España, en 1989, el líder de Santillana decidió entrar a Colombia con una gran inversión, pero de la mano de su gran amigo Belisario Betancourt, con quien entabló una estrecha relación durante su presidencia. Betancourt ya había terminado su mandato presidencial hacía apenas 3 años y en su retiro, lejos de la política, se había dedicado a la literatura y cultura. El expresidente era miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y del Instituto Caro y Cuervo, sin mencionar que escribía poemas que solo compartía con su círculo social más íntimo.
Una vez Betancourt aceptó la propuesta de Jesús de Polanco, se reunió con expresidentes colombianos –Carlos Lleras, Alfonso López, Misael Pastrana- y figuras intelectuales reconocidas - Susan Sontag, Elena Poniatowska, Tomás Eloy Martínez, entre otras- para lanzar Santillana en el país no solo como una editorial dedicada a la venta de libros escolares sino también como un distinguido grupo literario y artístico con una pluma influyente.
Cada año, Belisario Betancourt y su esposa, Dalita Navarro, visitaban personalmente a don Jesús de Polanco, se alojaban en su mansión en Madrid o penthouse en Santillana del Mar. Cuando Polanco falleció, el expresidente adornó su tumba con orquídeas colombianas. Sin la cabeza de Prisa, el 2008 no fue un buen año para el grupo, su patrimonio se fue en declive con una deuda que ascendía a los 5 mil millones de euros. En el 2010, para mitigar la crisis, Juan Luis Cebrián, entonces presidente del Grupo Prisa, tomó una decisión radical: vender las propiedades, entre ellas la sede en Bogotá ubicada en la calle 80 y que fue escogida por el expresidente Betancur, a quien Jesús de Polanco le había otorgado libertad absoluta para adecuarla y decorarla a su gusto.
Sin embargo, esas medidas no fueron suficientes y el Grupo Prisa se vieron obligados a decirle adiós a su imperio editorial. En febrero de 2021 Joseph Oughourlian, un parisino de 49 años con raíces armenias y libanesas, y líder de Amber Capital, fue nombrado nuevo presidente del Grupo Prisa. Su llegada fue definitiva para que la venta de Santillana se hiciera lo más rápido posible. Santillana pasó a manos de grupo de medios finlandés Sanoma, el único capaz de asumir las millonarias deudas de la editorial. Y es que el negocio fue muy atractivo para el grupo español, pues Sanoma, además de asumir la refinanciación de las millonarias deudas de la editorial, pagó 465 millones de euros.
A pesar del cambio de dueños, Santillana sigue siendo la editorial por excelencia de textos escolares en Colombia y ya son 60 años de trayectoria que la hacen la preferida por las instituciones escolares para educar a los jóvenes del país. Se convirtió en su nuevo dueño en enero de 2021. Con el cambio en su junta directiva, Santillana España, líder en la venta de libros escolares y empresa bandera del Grupo Prisa fue vendida por 465 millones de euros al mega grupo de medios finlandés Sanoma, el único capaz de asumir las millonarias deudas de la editorial.
A pesar del cambio de dueños, Santillana sigue siendo la editorial de textos escolares en Colombia. Son 60 años de trayectoria que la hacen la preferida por las instituciones educativas para educar a los jóvenes del país.