Se ha abierto la campaña política en Colombia y el cansancio de los dos últimos gobiernos ha generado entre la gente una apatía muy grande. El espacio que desde los sectores alternativos lideran hoy personajes como Sergio Fajardo o Claudia López, no termina de convencer a la inmensa masa de votantes que sienten, sufren y viven los aciertos y desaciertos de la actual administración Petro que ha dejado más inconformidad en esta población, que en su momento apoyaron su candidatura y hoy ven cómo ese proyecto de “cambio” no ha podido eclosionar de forma efectiva en materia de ejecución eficiente de la política pública.
Ver podcast de María Jimena Duzán:
A dos años de elecciones W Radio inicia la carrera presidencial.
Efectivamente, el pasado día 9 de octubre de 2024, en la entrevista realizada por el equipo de W Radio liderado por Julio Sánchez Cristo a Santiago Botero Jaramillo, se presentó la que podría decirse es la primera pre candidatura independiente, algo que han querido oír muchos colombianos. Y podría ser la primera que da la voz en alto, porque ya se sabe abiertamente que Sergio fajardo vienen trabajando desde hace tiempo, al igual que Claudia López, aunque aún no han expresado abiertamente su aspiración, que es válida como la de cualquier colombiano.
Al escuchar la entrevista y leer entre líneas, a decir verdad, no es una candidatura outsider. Es en realidad una candidatura abiertamente uribista, de derecha, y aún muy incipiente, ya que desde varios sectores de opinión se hacen bastantes conjeturas frente a esta candidatura.
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Eliminación de impuestos, el caballito de batalla.
Al precandidato Botero Jaramillo hay que sentarlo e informarle que el sector público no es el sector privado y que el hecho de que se haya construido una empresa solvente no es prenda de garantía de un buen gobierno frente a las realidades económicas, sociales y políticas de nuestro país.
Para los que seguimos la política, conocemos que el único método de redistribución de la riqueza es el pago de impuestos. No existe otro. Otra forma es “dar lo que se quiera” y este acto se llama caridad. En un país tan desigual como Colombia la caridad no es suficiente. Hay que buscar otros caminos que redunden en beneficio de la mayoría social que se encuentra en situaciones de pobreza y pobreza extrema. No todos tenemos las mismas calidades de Botero Jaramillo para hacer empresa, o ser ejecutivos exitosos, es una realidad.
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Lo importante concurrirá en ver a quienes están dirigidos los subsidios y a quienes benefician directamente. Esa sería una evaluación que debería realizar la Dirección Nacional de Planeación y emitir un concepto. Una deuda histórica para cancelar estaría en la interventoría económica y administrativa sobre los subsidios en Colombia, que se convertiría en una herramienta para re direccionar el esfuerzo del estado y dirigirlo a quienes verdaderamente lo necesitan.
Zapateiro y Malagón, mano dura y conexión directa con Iván Duque.
Una de las situaciones que tienen en un jaque a la administración Petro es la grave crisis de seguridad que vive el país. No es ajena a la realidad en el continente. La inseguridad es hoy el pan de cada día desde Colombia hasta la Argentina. Hay que establecer políticas públicas que sean veraces frente a la realidad social de las calles en Colombia, y la realidad es aterradora. Y esta es una deuda de la actual administración.
De igual forma. La laxitud frente a los diálogos con los actores insurgentes, (en especial las disidencias de las extintas FARC, el ELN y el resto de las mesas de dialogo) no avanzan y la opinión pública ve que la contraparte al Gobierno no tiene voluntad de diálogo. Hablar con la pared no es sinónimo de avances. Se requiere de dos actores y la voluntad política de los dos para sentarse a establecer un diálogo que lleve a extinguir las violencias. Las realidades del conflicto se ven en especial en el Cauca. Todo se traduce al poder del narcotráfico y la fuente de ingresos que alimenta cada día el conflicto armado. Frente a este tema el Precandidato Botero Jaramillo no ha dicho mayor cosa.
El outsider no tan outsider genera una vinculación cada día más directa con el gobierno de Iván Duque Márquez. El exministro Jonathan Malagón puede ser muy buen ejecutivo joven, seguro, pero su vinculación directa a la administración Duque no genera confianza. Un gobierno abiertamente de “defiéndase quien pueda”, haciendo un proceso de retroceso en los derechos del bienestar de la gente.
Fracking sí
Preocupante. Una cosa positiva de Botero Jaramillo (hasta ahora), es que no se va con chiquitas como Iván Duque, en su momento como candidato. Ha dicho si abiertamente a la explotación petrolera y a la posibilidad de establecer el Fracking como una política de estado.
Puede que a día de hoy el discurso que viene estructurando este precandidato que se va a ir por firmas sea lo que una gran parte del país nacional quiere escuchar, toda vez que las formas de Petro no han generado esa confianza en la mayoría social de votantes a la presidencia necesitan, hay que decirlo.
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La vinculación con el tema espiritual o religioso.
Si bien es cierto, creo firmemente que el tema religioso es un tema muy personal, para el marketing político es un plus. Creo que el hecho de que Botero Jaramillo preconicé su creencia religiosa es respetable. Eso le llega a la gente, en especial al país del sagrado Corazón. De hecho ha sido una de las acciones de marketing político que ha permitido la elección de personajes como Iván Duque.
Así las cosas, muy en pañales la aspiración presidencial de Santiago Botero Jaramillo, que tendrá que reestructurar su proyecto de gobierno, y finalizarlo para conocer cómo será el perfil de su posible gestión que hoy día podemos decir será “Duquista”, dado caso se rodeará de ejecutivos de esta administración.
Aún faltan dos años para las elecciones y es muy importante construir sobre lo construido y hará falta conocer el legado de la Administración Petro, para saber qué se debe salvaguardar dentro de un estado de bienestar a la población y que se debe modificar, para el cumplimiento objetivo en la eficiencia de la gestión pública.