El día 12 de febrero transcurría normal por los lado a del Centro de Sincelejo, en el complejo judicial donde funciona el Tribunal Administrativo de Sucre. De repente, la tensa calma se fragmentó, sigilosamente de uno en uno se fueron agrupando frente al juzgado un cantidad significativa de personas, con una característica en particular, eran todas oriundas de San Onofre.
Salieron pancartas, megáfono y arengas cual marcha magisterial, le pedían al Tribunal Administrativo de Sucre que reversara la decisión que tomó frente a la demanda de nulidad electoral presentada por la elección de Teodulo Cantillo Martínez, del Partido Liberal Colombiano.
Haciendo cumplir el artículo 37 numeral 4 de la ley 617 de 2000 que habla del régimen de inhabilidades para aspirar a un cargo público, después de determinar que el electo alcalde es hermano de Marta Cantillo, representante legal del Centro Fisioterapia Rehabilitar que había contratado con la alcaldía municipal de San Onofre recurso del régimen subsidiado de salud por lo menos un año antes de la elección de Cantillo.
Los manifestantes casi que al compás de una coreografía se arrodillaron frente al Tribunal a modo de súplica pidiéndole que respetara la voluntad popular del pueblo por haberlo elegido. Frente a los varias anotaciones, Cantillo no está por encima de la ley, os magistrados no evalúan la calidad humana del demandado, estudian los argumentos de la demanda y sobre las pruebas definen, sentenciaron que Cantillo Martínez violó la ley presentando su nombre estando inhabilitado.
Bastante molestía causó entre los habitantes del pueblo costero que un grupo personas no mayor a 50 se arrodillaron haciendo una súplica que va en contra vía de la ley, avergonzado a los sanonofrinos y, de paso, poniendo el cemento la dignidad de un pueblo que ha sufrido la embestida de la guerra y un sin fin de flagelos que le permiten una dinámica particular.
Abogados entendidos en el tema comentan que al grupo político y al candidato mismo se le señaló la norma y sugirió no incurrir en el desgaste sobre todo del aparato electoral, jurídico y económico del Estado que debe prever nuevas elecciones con un gasto adicional millonario que por azares de la vida hubiesen podido ser invertidos en la población vulnerable.
El alcalde en cuestión se pronunció sobre el caso desde sus redes sociales:
Teodulo Cantillo ha hecho varias maniobras para acurrucar el poder en cuerpo ajeno: intentó nombrar a su concuñado de alcalde encargado y quiso persuadir a los concejales y las directrices liberales para que le dieran la potestad sobre la terna de donde se elegiría su reemplazo, lo que motivó a que estos enviaran una carta al presidente del Partido Liberal, Cesar Gaviria Trujillo.
De esta controversia queda una lección: nadie está por encima de la ley y arrodillarse a nombre de un pueblo es igual o peor que engañarlos para recibir el voto de confianza.