Continuando con el mismo tema de mi última columna y después de haber visto y padecido la forma como el exalcalde Juan Manuel Llano y el actual senador Luis Emilio Sierra, argumentaban ante el Congreso el Macrodesastre San José, parecería que sus palabras se hicieran realidad, todo lo que habían sustentado del proyecto, que evidentemente no era fiel a la realidad, se convirtió una condena.
Hoy en San José parece que Llano y Sierra hubieran sido los Nostradamus de esa comuna, todas sus declaraciones ante la Comisión Quinta del Senado, todo por lo que justificaron el Macroproyecto para que no ocurriera, se convirtió en una realidad. (Ver video http://t.co/g69vsWVMjN).Empezando por el deterioro ambiental, las casas feas de las que hablaba el senador Sierra, los escombros que se convirtieron en la mejor guarida para las ratas bípedas y cuadrúpedas, es decir, toda esa profecía sobre las ratoneras, se cumplió totalmente.
Pero el exalcalde Llano no se queda atrás, pues en su discurso promulgaba sacar a las personas de San José de las condiciones infrahumanas en las que vivían, pero sus actuaciones fueron todo lo contrario y hoy esas personas viven más pobres que hace seis años, con el agravante que muchos de ellos no tienen vías por donde transitar, y si llegara a ocurrir una catástrofe los tendrían que rescatar en helicóptero. También, a pronóstico de ese ‘prohombre’ de la ciudad, se formaron las pandillas más peligrosas de Manizales que se enfrentan de una manera despiadada, en donde la misma autoridad no es capaz de frenar esta violencia y prefieren esperar a que se termine la batalla campal, para recoger los heridos, trasladar algunos a hospitales y muchos otros a la cárcel de menores, pues en su mayoría suelen ser niños y jóvenes entre los 10 y 17 años.
En su discurso, Llano decía que “De cada cinco muchachos, tres están en la droga”.Hay para contarle al señor exalcalde que después del inicio del Macroproyecto, el expendio y consumo de drogas en esta zona aumentó considerablemente, por ejemplo, hoy es de conocimiento público que hay quince ollas de vicio en la comuna, en donde se encuentran diversos productos como pegante, pepas, gotas, marihuana, entre otras; pero seis de estas ollas, las más poderosas, se dedican a la venta de bazuco, donde cada tres días se expende un kilo de éste, por un valor de tres millones de pesos,y del cual salen 9000 papeletas a razón de 1000 pesos por unidad. Es decir, una ganancia total del 200 %, todo un negocio hecho a pulso que no se hubiera podido lograr sin sus elucubraciones y hechos dentro de la comuna.
Pero esto no es mérito solo de Llano y Sierra, ya que cuando Llano terminó su periodo de mandato de la ciudad, su amigo de predicciones puso el aval a otro “grande” para que siguiera con la fiesta y este sí que lo supo hacer. Hoy el Macroproyecto cuenta con algunos muertos propios, empecemos por aquellos cinco a causa del deslizamiento que ocurrió justo donde se construyeron los 24 apartamentos que aún no se han entregado, y del cual hay papeles en la Personería de Manizales donde se especifica claramente que ese lugar no es apto para construir debido a que es un terreno inestable.
Pero continuemos con todo este drama, desde el año 2009 han ocurrido diferentes tragedias que surgen a partir de este Macroproyecto, como el caso de dos mujeres muertas, donde una de ellas fue apuñalada 180 veces y la otra fue violada y degollada, asimismo dos jóvenes de tan sólo 16 años destruyeron su vida en una pelea a cuchillo por riñas casadas entre pandillas. Pero uno de los hechos recientes que más ha conmovido a la ciudad fue el de John Anderson Marulanda, un niño de 8 años de edad a quien desalojaron junto a su familia para demoler la casa, y por negligencia de la administración y de la ERUM, que no tomaron las precauciones y sellamientos del caso, Anderson volvió a jugar de nuevo en los escombros donde era su vivienda y un muro le cayó encima quitándole la vida.
Se debe decir que una de las cosas buenas que pudo haber tenido el Macroproyecto era la reubicación inmediata de las familias que viven en zona de ladera y que corren un peligro inminente por deslizamiento, pero el último informe de Manizales Cómo Vamos del 2014, índica que ni eso han sido capaces de hacer nuestros dirigentes.
En todo esto, nadie, ni la ERUM, ni la Secretaría de Planeación, ni la Alcaldía, saben cuántas personas hoy quedan en la comuna, cuantas se han desplazado y a donde se han ido.
@julianelpolit
