Con relación a la pandemia, ha llegado a su fin la fase de simulación e improvisación en la que el gobierno nacional y los gobiernos locales aparentan preocuparse por los ciudadanos. Las largas cuarentenas y toques de cada para protección, ahora que se están batiendo todos los récords de contagio y muerte, ya no son importantes. El gobierno nacional y la alcaldesa de Bogotá y otros decidieron que hay que volver al estado normal de las cosas en Colombia, es decir: al “sálvese quien pueda”, al “defiéndase solo”, al “mire a ver qué hace,” al “rebúsquese, mijo”.
Ahora que con lo que llaman reactivación económica, volvemos a la realidad de siempre, cabe recordar que por lo general la atención gubernamental de las crisis en Colombia, pasa por siete fases:
1. Fase de sorpresa (ni idea, desconexión total).
2. Fase de indiferencia (esperar a ver si se arregla solo o la gente lo normaliza y aguanta).
3. Fase de discursos (tocó hablar del asunto, ya no hay Santa Lucía que valga).
4. Fase de simulación, improvisación y derroche (no dormimos, chamboneo total, estamos trabajando con un equipo de sabios —casualmente todos amigos— explosión de contratos).
5. Fase del sálvese el que pueda (exprimido el presupuesto: lavada de manos, vuelta a la fase dos y comienzo de la Fase 7).
6. Fase de alabanzas y premios (consulados, embajadas, medallas, ascensos y otros a quienes no supieron nunca que era lo que tenían que hacer y que en realidad poco les importaba la situación).
7. Fase de tierrita (cerrar entidades, cambiar nombres, logos y uniformes, tapar todo e inventar un relato acomodado para la historia y para los juzgados, por si acaso).
Hablando de crisis, las ochocientas mil víctimas que deambulan hoy de oficina en oficina tramitando una ayuda que en poco o nada compensa su dolor, en el momento que los estaban masacrando, en el momento que estaban siendo victimizados, les tocó defenderse solos. Los gobiernos de turno miraron para otro lado, la gente no les importó, “sálvese el que pueda”. En este caso aún se están desarrollando dos fases al mismo tiempo: la Fase 4: simulación, improvisación y derroche, y la Fase 7: echar tierrita e invención de un relato para la historia.
Igualmente, cuando el UPAC arruinó a medio país, la gente perdió sus viviendas y sus ahorros, los intereses llegaron al 53% y al 79% para morosos, se suicidaron más de 3.000 personas en su mayoría padres de familia que había luchado toda la vida para garantizarle una vivienda a su familia, se ejecutaron 300 desalojos diarios, en un momento dado había 500.000 órdenes de desalojo, 375.000 familias perdieron su casa, el gobierno, dejó a las familias solas, ”sálvese quien pueda”, solo se pronunció después del desastre y cuando ya los bancos no tenían nada más de que apropiarse. Los economistas del Banco de la República y del Gobierno que facilitaron esta desgracia, gozan de gran prestigio (aún muertos). En este caso, La fase 7 tapar todo, echar tierrita, ya está completada.
También hay casos en que las crisis permanecen sin variación o con tendencia a empeorar, por lo cual adquieren un carácter continuo como es el caso de la precariedad laboral. Las acciones y omisiones de los Gobiernos han conducido a una espiral del “sálvese quien pueda” en materia laboral. En Colombia 80 de cada 100 trabajadores que tienen que llevar la comida para sus hijos, tienen la libertad de inventarse todos los días como hacerlo, inclusive el espacio público es suyo. Mire a ver cómo hace, no sea atenido. Venda mangos, aguacates, limpie vidrios, venda por catálogo, hale carretas, pinte uñas, bueno en el lado claro y en el lado oscuro hay un universo de oportunidades. No se preocupe, cuando los achaques ya no le permitan disfrutar de la libertad para desarrollar sus emprendimientos, les queda la excelente alternativa de pedir limosna pública o privada como sustitución pensional. En este campo, además, últimamente se han ampliado las libertades, permitiendo que la gente monte su propia empresa con una bicicleta y un teléfono, ganan plata y al mismo tiempo se divierten y hacen ejercicio, sin estar sometidos a patrones codiciosos e inescrupulosos que no quieran pagar prestaciones. Esta crisis podríamos ubicarla de manera estable en la Fase 2.
Respecto a la pandemia ya entramos a la fase 5, es decir a la de: “sálvese el que pueda” que en este caso la publicitan como la del autocuidado, que traducido quiere decir defiéndase por su cuenta, para eso usted es libre y esta gran democracia, como no podía ser de otra manera, le garantiza su libre albedrío. Para quienes tienen memoria política y tiempo para seguir las maromas de la política nacional, saben que el “defiéndase como pueda” es la base de la doctrina económica y política que ha regido en el país para la clase media y hacia abajo, desde siempre y más desde hace 30 años. No es una novedad.
En vista de que la economía colombiana está basada en la actividad callejera, en la precariedad laboral, en la informalidad y en el TransMiCovid, el gobierno y las alcaldías después de exprimir el presupuesto y repartir contratos de todo tipo y para toda cosa, han decidido estorbar menos y dejar que Fenalco, la naturaleza y el rezagado programa de vacunación acomoden las cosas. Volvemos a la normalidad, “sálvese el que pueda”.
Me gustaría finalizar con una pregunta para los lectores: ¿en cuál de las 7 fases mencionadas cree usted que están actualmente las siguientes crisis?
1. Providencia y Santa Catalina.
2. Mocoa.
3. Odebrecht.
4. Reficar.
5. Abuso policial.
6. Falsos positivos.
7. Nuevos uniformes.
8. Hidroituango.