El fiasco del gobierno con el ELN que salió a desmentir el anuncio de cese al fuego bilateral del propio Presidente obligó a tomar medidas de urgencia. Nadie mejor que el canciller Álvaro Leyva, quien ha estado más de 30 años buscando la paz total, para entrar de bombero a apagar el incendio. En menos de una semana ha hecho dos movidas internacionales claves: reunirse con la Comunidad de San Egidio en Roma y participar de la reunión flash de Petro con Maduro en la que el tema del ELN estuvo al orden del dia.
Leyva aprovechó su viaje a Roma para presentar a Colombia en el funeral del Papa Benedicto para reunirse con la Comunidad de San Egidio en su sede de Trastevere. El canciller es amigo de esa casa y ha acudido a sus buenos oficios en distintos momentos de las negociaciones de paz con grupos armados en Colombia, incluidos los fallidos intentos con el ELN. Si en el pasado tuvo que actuar soterradamente ahora lo puede hacer de frente desde su alto cargo y con el respaldo presidencial.
Para completar la movida, Leyva fue interlocutor en la reunión privada de Nicolas Maduro con Gustavo Petro en uno de los salones del Palacio de Miraflores, mientras por el lado venezolano además del Presidente participó la vicepresidente Delsy Rodríguez. Se sabe que la negociación con el ELN pasa por Venezuela y que este fue punto clave en la agenda con Maduro, además del tema comercial y la ilegalidad en la frontera.
Pero esto fue todo en temas de paz. El canciller propició una reunión con ex comandantes de las Farc ahora del partido Comunes -Timochenko y Pastor Alape- los países garantes, y los funcionarios responsables en el nuevo gobierno de la implementación del acuerdo de paz firmado con el gobierno Santos, previo al próximo Consejo de seguridad de la ONU en Nueva York.