El comportamiento de la Fiscalía frente al caso de Laura Sarabia, quien fue está en etapa de interrogatorio, ha sido interpretado por muchos y en especial por el gobierno, como un abuso de autoridad por parte del Fiscal Barbosa que no le da garantías procesales a la ex mano derecha del Presidente. Incluso, de manera inesperada, la fiscalía ordenó un inusual allanamiento a la Presidencia siguiéndole la pista al polígrafo oficial por el que pasó la niñera de Laura Sarabia.
El Presidente parecería no estar dispuesto a dejar su apreciada funcionaria, de quien además dice ser muy eficaz, en las manos del Fiscal Barbosa, quien no ha disimulado su sesgo antipetrista. Con su nombramiento como directora del Departamento de Prosperidad Social su caso pasaría a manos de la Corte Suprema de justicia. Su nombramiento ya es un hecho y su hoja de vida fue publicada desde este lunes.
Las características de este cargo que maneja un presupuesto billonario, y que tendrá a su cargo la ejecución de los subsidios para los jóvenes en paz para el que cuenta ya con un billón de pesos de presupuesto, calzarían con las habilidades de Sarabia, quien según el Presidente es organizada, ejecutiva y eficaz, pero sobre todo de su confianza absoluta.
El enroque con Cielo Rusinque, la actual directora del DPS, quien pasará a ser la jefe de gabinete en Palacio, le asegura al Presidente otra escudera al lado suyo y también por su formación de abogada constitucionalista con formación jurídica y capacidad organizativa y carácter un apoya para poner a marchar y hacerle seguimiento a las tareas del gabinete al que el Presidente le está pidiendo resultados.
Trabajaría de la mano del director del Dapre Carlos Ramón González, con quien ya abordó el tema según lo relatado por ella en W Radio, y muy seguramente retomarán la matriz de seguimiento a las prioridades gubernamentales que han implementado los anteriores gobiernos pero que el manejo tan personalista de Petro con Sarabia no se hizo y ésta resulta una herramienta útil para acelerar la ejecución.