Quiero enviar un saludo especial y resaltar la labor de miles de héroes anónimos, personas de carne y hueso que estuvieron prestos a atender las más variadas necesidades y emergencias de los colombianos desde sus puestos de trabajo mientras el resto de los Colombianos disfrutamos de las fiestas de fin de año, el pasado 31 de diciembre.
Me refiero a los médicos, enfermeras, trabajadores sociales y demás personal de la salud que estuvieron atentos en clínicas y hospitales para atender emergencias; a los bomberos y demás miembros de organismos de socorro que estuvieron prestos a atender emergencias; a los policías, soldados, oficiales y suboficiales del Ejército que no celebraron estas fiestas por estar en las calles, cuarteles o en el monte velando por nuestra seguridad; a los ciudadanos que trabajaron en aquella noche para que las hidroeléctricas, acueductos y demás servicios funcionaran normalente; a los pilotos de aviones y conductores de transporte público; a los conductores y paramédicos de ambulancias, en fin, a miles y miles de colombianos que desde las más variadas profesiones y empleos, en todos los rincones de Colombia, sacrificaron el estar con sus familias por atender a los demás colombianos. Les doy las gracias porque son héroes, héroes anónimos que nadie se da cuenta pero que sin ellos no podríamos vivir como sociedad.
@mauricioadmpub