Lo prioritario es preservar la vida y la salud de todos. Esto es incontrovertible. Sin embargo una nación, sociedad, familia, con una economía devastada o colapsada entraría a afectar la salud con la hambruna y las secuelas derivadas que producirían caos, violencia, vandalismo y muerte. Colombia tiene casi 20 millones de pobres y 3 millones en pobreza extrema sumado a casi dos millones de necesitados exportados por la revolución socialista comunista Venezolana.
Los que viven del día a día sufrirán desafortunadamente y urge atenderlos. Un mes de cuarentena le costará a la economía entre 48 y 65 billones de pesos, de acuerdo con pronósticos de Fedesarrollo. El costo no incluye lo que podría pasar si se quiebran las empresas en el país. A las mipymes y grandes empresas urge apoyarlas. Lo que ofrecen los bancos es un ridículo paliativo distractor que abandonará a los empresarios. La banca se ha ganado en los últimos cinco años más de 70 billones de pesos. Es hora meterse las manos en sus arcas y demostrar grandeza ante una comunidad ciudadana y empresarial flagelada.
¿Acaso es arruinante para ellos desprenderse de 10 billones después de haberse enriquecido durante décadas o centurias, financiando hospitales, donando alimento, moratoria crediticia etc?
El estado no será el mismo. Urge reforzar clínicas, hospitales, refinanciar las mipymes y empresas que están quedando sin oxigeno financiero. El gobierno debe reforzar avales por medio del Fondo Nacional de Garantias (FNG) ya que la voracidad de los bancos son reacios a dar créditos con riesgos financieros. Fondo de mitigación de emergencia también para profesionales independientes, proteger a quienes viven del día a día. Reestructuración total del esquema de Salud nacional con más presupuestos y manejo ortodoxo con participación de cuerpos médicos y científicos alejados de la política.
Protocolizar un Banco Nacional de Alimentos con recursos de los sectores públicos, privados, académicos, de la banca multilateral y países. Mano dura a EPS, Ips de dudosa capacidad operacional y de oportunismo malversador de los recursos de la salud. De acuerdo con los modelos de la entidad, si el país tiene un mes de aislamiento tardará otro más en comenzar a recuperarse. Si el encierro masivo se prolonga por tres meses, los costos podrían llegar a los $182 billones y la recuperación solo terminaría en octubre. Por lo que el centro de estudios propone al país adoptar una estrategia de "confinamiento diferenciado", una vez Colombia cuente con pruebas masivas, inventarios de tapabocas y suficientes UCI y respiradores.
El Gobierno Nacional tiene el reto de llegar a 20 millones de hogares vulnerables en Colombia, pero con los programas sociales, en el mejor de los casos, llegará a 7.4 millones de familias. Otro reto está en la clase media, cuya principal preocupación es perder el trabajo. Allí es necesario reducir los costos a la nómina, según Fedesarrollo. Hecho este que reviste mucha gravedad por el deseempleo. Sin embargo, hay que ser realistas, el empleo se va a afectar. A pesar de todo lo que se haga, las perspectivas son de reducciones en el empleo y lo que tiene que hacer el Gobierno es apoyar en lo máximo. Dios ayude a todos.