Un viernes de abril, mi socio y yo, fuimos invitados a dar una charla sobre el uso del IPad & IPhone para ejecutivos. Su objetivo principal, convertirlo en una poderosa herramienta de productividad, entretenimiento y media center.
No pude atenderlo directamente, pero tuve la oportunidad de experimentar su uso de una forma original y determinante en la vida de once amigos que zarparon en un día soleado, mar de siete azules en lancha de la bella isla de San Andrés al cayo de Albuquerque a veintisiete millas náuticas rumbo sur. Un trayecto conocido por varios capitanes que hacen parte de la cuadrilla de la náutica y que usualmente toma unos 90 minutos llegar en una lancha rápida. El paseo sin contratiempos y de belleza extrema en su ida. Mar plano, horizonte despejado, fauna marina exuberante y pesca abundante.
Al regreso, paso lo que a veces ocurre, el capitán se descuido y perdió por completo el rumbo extraviándose en mar abierto. Después de navegar una hora larga, su expresión cambio, detuvo el bote y comunico con el semblante verde que estaban perdidos. Ante la perplejidad y angustia del grupo, por fortuna uno de ellos con experiencia en manejos de botes y navegación, le pidió se hiciera a un lado y tomo el liderazgo. Cabe mencionar que no tenían radio, ni señal de celular, ni aparatos GPS. Solo cargaban sus IPhones y el temor de lo desconocido de por medio.
Por su gran entusiasmo, quien asumió el liderazgo, por la navegación, el hijo le había obsequiado de cumpleaños una aplicación, Navionics, que contiene las cartas de navegación, con coordenadas exactas de diferentes mares del mundo. Si bien es cierto que había bajado la aplicación, jamas la había intentado usar. Esta aplicación les indico el punto exacto donde se encontraban sobre la carta náutica y el rumbo a seguir para regresar a San Andrés Isla. Al no tener ningún tipo de señal en el Iphone no estaban seguros que la ubicación fuera correcta y pidió una brújula para reconfirmar rumbo. Otro pasajero recordó que estuvo jugando a leer la brújula, aplicación nativa, del Iphone con su hijo. Con esas dos aplicaciones y dos celulares, pudieron recobrar el control de la situación al recuperar el rumbo de vuelta a la isla de San Andrés a 350 grados norte, aun contando con la mirada incrédula del capitán , que insistía estaban equivocados.
Sin estas herramientas la historia hubiera sido otra. Es increíble pero este relato magnífica la importancia de los teléfonos inteligentes y de unas aplicaciones claves para manejo de un caso como este. Igualmente el conocimiento del manejo del mar y la experiencia, hace que los instrumentos tengan la relevancia necesaria