Nada que hacer. Dado el desarrollo de la pestilente campaña electoral, es inevitable la asunción al poder de la extrema derecha criminal e ilegal, en perjuicio de una derecha con visos de progresismo y ánimos de paz civil. Al finalizar el octenio del innombrable, un 87% de encuestados (del sartal de encuestas amañadas, interesadas, contratadas, manipuladas e inducidas) respaldó el estilo y talante torticeros de un presidente que colmó de ignominia un cargo de por sí deshonrado por ilustres antecesores.
Tal vez nos lo merecemos: alabamos la viveza, el crímen, la trampa, el soborno, "la colada" el doble carril; adoramos y admiramos los patrones; los "duros", los vagos divertidos, los trepadores; los simuladores y las "casquiflojas" todos ellos son parte de nuestra identidad colombianita. No nos perdemos un serie televisiva diseñada para imbéciles con tiempo disponible para perder. "Un colombianito nunca se vara"...etc. personajes y comportamientos que avergüenzan a cualquier individuo, a cualquier país, son aquí carta de presentación y orgullo. Eso somos; entonces, no hay nada que hacer: salgamos del closet y asumamos ante el mundo que adoramos el desorden, la indisciplina; los parques, calles y avenidas las llenamos de basura, mugre e incultura por dar paso a la libre empresa (y no solo en el espacio público, miren los "exitos(SIC)" sanvictorinizados") taxis, buses, medios de transporte contaminantes y nauseabundos que no obedecen ninguna autoridad...que a propósito no tienen ninguna, pues la policía es el reflejo de eso que somos: autoritarios y sin vocación de servicio; solo se cuidan a ellos, se sirven a ellos y se rinden cuentas entre ellos. Vías de comunicación del siglo XIX y compra indiscriminada de ácido y motosierras nos tiñen de rojo la cara ante los ahora sí poderosos del sur. Y la Educación, esa con mayúsculas -lo único que cambia la vida de un ser humano y de un país- está en manos de directivos analfabetas y frívolos y sindicatos voraces y parasitarios. (A un estudiante, en estos días de paro, le da lo mismo ir a "estudiar" que quedarse en casa perdiendo el tiempo... aprende lo mismo)
Castas eternas y miserables consumen el presupuesto de una nación que vive de una minoría silenciosa. Magistrados, congresistas, militares, profesores, diputados, concejales y empleados públicos, pelechan y apuntalan a los dueños del país. Mafiosos, criminales, guerrilleros y contratistas del estado, sirven a unos y otros dependiendo del compás y de la rosa de los vientos.
Y a aquellos que propusieron un mejor país: Gaitán, Galán, Jaramillo; junto a otros que llamaron nuestra atención sobre el mal camino: Jaime Garzón y Low Murtra los matamos con nuestra complicidad, omisión o silencio; y a los que viven tratando de convencernos de nuestro espantoso destino: Mockus, Vallejo o Llinás, ellos todos juntos solo son fantasmas del pasado o del presente incierto, asumámoslo: No pudimos cambiar nuestro destino, corramos a prender la televisión y sigamos reptando...
¡benvenuto, caro capo!