Altísimo es el consumo de dulces por parte de niñas y niños.
Resulta que el azúcar pegada a los dientes, al cabo de contados minutos, aumenta la producción de ácidos asociados a caries que erosionan el esmalte de nuestros preciosos incisivos, caninos, premolares y molares. Luego de unos de comer algo dulce, en especial, ejércitos bacteriales de caries pululan en nuestras placas dentales. Esto al parecer es más perjudicial si se masca chicle.
Lo anterior pasa si no los cepillamos de inmediato, claro está.
Tu misión posible, si decides aceptarla, es adquirir un cepillo viajero y tenerlo siempre, siempre, siempre a mano. En uno de tus tantos bolsillos. O en tu cartera (me refiero a la de mujer, obvio). O en la tula.
Como de seguro eres una persona mayor, te sugiero que disciplines a los menores que tienes cerca, para que le den el debido cuidado a sus dientecillos.
Te doy este consejo aprovechando que el 3 de octubre se celebra el Día del Odontólogo en nuestro país, fecha de un encuentro de médicos realizado en Santiago de Chile, en 1917. Por esa época y lugar, fue fundada la Federación Odontológica de una buena parte de nuestra continente Aviayala. Por tanto, en Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, República Dominicana, Paraguay, Uruguay y Venezuela se conmemora este evento en el que dentistas que viajaron hasta la capital chilena ─de seguro con sus cepillos viajeros─ debatieron aspectos del ejercicio de la profesión y conformaron tal institución. El delegado por nuestro país fue Ubaldo Correa, quien fue el que propuso la fecha mencionada.*
Sea la ocasión para un severo llamado de atención al respecto.
En especial a nuestra minSalud, Carolina Corcho, que ojalá tome nota.
Las caries son un problema que puede pasar de agache ante otros gravísimos problemas del sector salud (atención efectiva de las EPS, costo de medicinas, control de facturación de las IPS, etc.), pero esto no puede ser óbice para ignorarlo.
Creo que el gobierno puede impulsar una entrega de cepillos viajeros infantiles, distribuidos a estudiantes de primaria (o una parte de ellos, si le parece) bajo el compromiso que estos sean tenidos a mano y en efecto los utilicen así solo se coman un dulce de $200, en recreo, en su casa o en su vecindario. Lo ideal podría ser que se hiciera una convocatoria a un contrato con un productor nacional y así estos salieran menos onerosos.
O por lo menos realizar la publicidad y reglamentación necesaria para que niñas y niños tengan este micro artículo de higiene bucal. Como sabe, se pide una pila de artículos de estudio y aseo a los estudiantes, luego este adminículo pueda ser incluido.
Bueno, me dicen que ya se pide el normal, el largo.
Pues pasa que el normal es engorroso de llevar a mano. Por tanto, insistamos en esto del cepillo dental viajero.
¿Que en el colegio no se puede verificar si la niña o el niño fue a un lavamanos para limpiarse los dientes luego de comerse un pudín con un jugo azucarado en recreo, digamos? Sí, es cierto. Pero podría hacerse algo al respecto. Carteles en los baños que recuerden esta práctica. También podría advertirse que podría darse una visita sorpresa de un dentista a un curso para una revisión exprés a los dientes de los estudiantes. Y enviar correos permanentes sobre este y otros temas a madres, padres o responsables de familia en los casos de guarderías, parvularios, jardines infantiles y escuelas primarias.
Son ideas. La práctica y datos estadísticos dirán si son efectivas.
Prosigamos con el tema de los cepillos viajeros.
Estos artículos pueden ser caros para gente de estratos uno y dos. Por lo general son de empresas multinacionales. Se puede verificar yendo a la sección respectiva en cualquier supermercado de un centro comercial. Quizás porque lo venden junto a un tubito de crema y un rollito de hilo dental. De todas maneras, si se adquieren, pienso que se les puede dar una mayor duración si cada mes son limpiados y quizás pasados por agua caliente.
Cabe recordar que las caries dentales, ya detectadas, requieren de la intervención de un odontólogo.
La mayoría de nosotros hemos tenido el bendito tratamiento.
¡Iiiiiiiiii! Podría la onomatopeya de la fresa dental que nos hace rechinar los dientes con tan solo recordarlo.
Eso se puede evitar si seguimos estos consejos.
(*)odontologos.com.co/noticia/por-qu-el-3-de-octubre-es-el-da-del-odontlogo