Un antiguo lema castrense reza así: “si quieres la paz, prepárate para la guerra”. Esta cuestionable directriz sugiere que en tiempos de negociaciones de paz hay un estado de máxima alerta. Imaginemos una tensa calma en la que los actores políticos, o no necesariamente políticos, se juegan la vida desde el nivel de consciencia más primitivo: el instinto de supervivencia. Es entonces cuando ese concepto (paz) que corresponde a lo más anhelado por cualquier persona, colectivo humano o nación, se podría escabullir. De hecho son muchos los factores de causa, efecto, intención o motivación que inciden en la progresión o involución de ese propósito. Además, cuando hay rumores de paz, los involucrados en la discusión guardan intereses, por lo cual harán todo lo posible para evitar sorpresas desagradables, o por qué no, intentarán inclinar la balanza en un sentido o en otro conforme a planes y estrategias que el público desconoce.
Por otra parte, en tiempos de negociaciones las cosas pueden tomar rumbos insospechados, arriesgados y peligrosos. Es la paradoja de la paz. La misma paradoja sin decir nada dice: no se ha conocido ningún lugar ni ningún momento de la historia donde habiendo paz sea necesario hablar de ella. La paz verdadera, que es una sola, se escribe en la partitura del silencio. Silencio de las armas; es decir, silenciar la intolerancia, el egoísmo, la ambición desmedida y, sobre todo, silenciar las ansias de dominar y subyugar a los otros.
En este contexto surge mi propuesta titulada: 33 lecciones para construir la paz. Un diminuto libro por entregas que se publicará a partir de la próxima semana en este espacio de la Nota Ciudadana de Las2orillas. Ojalá lo esperen y coleccionen. Es un aporte ad honorem, sin pretensiones… Una mirada despolitizada e imparcial, que no emite juicios… propuesta espiritual que en ningún momento nombra personas, instituciones ni actores políticos. El autor, por su parte, le desea éxitos a quienes con buena voluntad hacen nobles esfuerzos por propiciar una sana convivencia entre los hombres. En todo caso, esta entrega semanal de 33 lecciones podría conducir al lector al único espacio desde donde es posible empezar a construir la paz: el corazón.