Si hay algo turbio y a escondidas han sido las facultades otorgadas por el Concejo Distrital al alcalde de Riohacha, Juan Carlos Suaza, para que estructure, contrate o implemente con una empresa privada un nuevo esquema para la operación del acueducto y alcantarillado. No está probado que esa sea una alternativa legalmente viable, conveniente, necesaria, y sobre, todo adecuada para la ciudad. De lo que sí estamos seguros es que lo que se hizo hace 19 años, no ha alcanzado las expectativas en cuanto a potabilización, calidad y cobertura del agua.
Todos esos reportes dejan a Riohacha con un gran rezago en la prestación de este servicio, lo mismo que frena su competitividad. Hasta tanto se resuelvan estos ítems, al igual que el manejo de las aguas residuales, no se podrá proyectar un verdadero Distrito, Especial, Turístico y Cultural. Hay un desespero por parte de la actual administración por entregar ese contrato sin que los riohacheros sepan qué se está pactando. No queremos que se repita la fraudulenta historia y nos dejen en iguales condiciones por otros dos decenios.
¿Por qué tanta prisa si el contrato se vence dentro de un año? Además, es lógico, ético y una simple norma de cortesía dejar esa decisión para el nuevo alcalde y concejales a elegirse en los próximos días. Lo que la ciudadanía está pidiendo es que se haga una revisión minuciosa del proceso, ocultado tendenciosamente, concerniente a planeación, transparencia y publicidad que amerita una decisión de esta magnitud. Si el manejo privado solo ha traído ganancias para unos pocos y un mal servicio para todos. ¿Por qué no explorar lo público? Por otro lado, en las soluciones planteadas se ha dejado por fuera la zona rural del distrito que es el soporte indispensable de la ciudad.
Ya el alcalde Suaza está advertido por los procuradores judiciales administrativos de los vicios que se cometieron en el proceso, por lo que le pidieron adoptar medidas necesarias para proteger los derechos colectivos de los usuarios, a la defensa del patrimonio público, la prestación eficiente de los servicios y que contemple la posibilidad de abstenerse de expedir el acto administrativo de apertura de la licitación. También le solicitaron que presentara a la mayor brevedad posible un proyecto de acuerdo ante el Concejo Distrital que derogue en su totalidad lo acordado anteriormente y se expida una nueva regulación.
A pesar de las alertas, el distrito inició el proceso de contratación a través de la modalidad de licitación pública, cuyo objeto es seleccionar un socio estratégico para constituir una sociedad de economía mixta para la prestación de los servicios del servicio público domiciliario de acueducto y alcantarillado. Al parecer, el alcalde está retando a los procuradores, demostrando ser una persona sin humildad para cambiar las sensatas recomendación dadas, exponiéndose así al fracaso de su objetivo, al rigor de las leyes y a una eventual sanción y retiro del cargo.
Los procuradores en un extenso documento le advirtieron al alcalde las violaciones de forma y contenido al régimen de contratación pública, explicándole situaciones puntuales en todo lo actuado. ¿Cuáles son las presiones a la que está sometido el alcalde, que no sigue lo sugerido por la entidad encargada de iniciar, adelantar y fallar las investigaciones que por faltas disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos que manejan dineros del Estado?
Como en el caso de Crónica de una muerte anunciada, cuyo tema central es el fatalismo y la imposibilidad de escapar del propio destino que se cumple inevitablemente, asimismo la sanción al alcalde está cantada. Al igual que en la obra literaria, la mayoría del pueblo sabía lo que ocurriría y no hicieron nada por detenerlo. Por el contrario, el sentido de la honra desencadena la tragedia en el relato de nuestro nobel; en nuestro caso, al parecer, es la deshonra de la jugosa coima lo que está de por medio.
