Nada positivo es lo que está sucediendo en el Sena, en el Ministerio de Trabajo y en la Secretaría General de la Presidencia. El Sena ha sido siempre una institución muy apreciada por los colombianos, pero especialmente por los políticos. Su penetración en esta entidad siempre ha dependido, como en cualquiera, del tipo de director o directora que llegue a dirigirla. El problema surge de la definición del ejercicio político. Mientras este se defina como colocar en puestos públicos a personas no por su idoneidad sino por su potencial de votos pasados o futuros, es inevitable que surjan ruidos. Probablemente esto es lo que está sucediendo en estas tres instituciones públicas.
Difícil juzgar en este momento hasta cuando no se pronuncien las instituciones que tienen la responsabilidad de evaluar las gestiones de los funcionarios públicos, pero… Claramente la ministra de Trabajo viene de esa clase política con un largo respaldo del decrépito Partido Liberal. El secretario de la Presidencia también ha sido parte de ese mismo sector, esta vez del que se llamaba pulcro, el Partido Verde, y aparentemente la directora del Sena destituida, también. Pero algo ha pasado que explica las destempladas palabras de la ministra que muestran un rompimiento de la comunicación entre ella y su subalterna. Lo serio es que las denuncias y contradenuncias entre los dos ex-Sena van desde politiquería hasta el mal manejo de recursos.
Este grave enfrentamiento entre los ex-Sena no puede quedarse simplemente en los sucesos de los últimos días, como sucede con frecuencia en nuestro país, y simplemente esperar que un nuevo escándalo tape este y así siga la vida colombiana. Son muchos recursos, billones de pesos, y mucha gente involucrada en una entidad que tiene la responsabilidad de gran parte de la formación técnica de este país. Tener personal que llega a esta entidad solo por las equivocadas razones políticas ya expuestas, es el camino con una alta posibilidad de pecar por malversación de fondos públicos.
El valor que ha mostrado la saliente directora
deja entrever que algo de razón podría tener
porque nadie se suicida sin causa
Hasta ahora, el valor que ha mostrado la saliente directora deja entrever que algo de razón podría tener porque nadie se suicida sin causa. Por consiguiente, el país demanda una verdadera investigación. Un secretario de la Presidencia que como todos sabemos, siempre ha manejado el computador de Palacio lo que se traduce en nombramientos, si está desempañando esta y su labor anterior con clientelismo, merece asumir un alto costo. Es decir, que también lo saquen del puesto. El gobierno no puede, en medio de tantas dificultades, ser tolerante con nadie así sea muy cercano a los círculos de Palacio. Es mucho lo que el gobierno tiene que perder si no lleva este caso hasta su esclarecimiento total. Ojalá que el poder que siempre ha ostentado quien está cerca de cualquiera de los presidentes de este país, no pueda amedrentar a los entes de control para esclarecer el origen de este conflicto. Y si a su vez, la directora saliente también se encuentra enredada, igualmente debe proceder en consecuencia quien tenga que evaluar sus actividades en esa entidad. Lo único que no puede suceder, es algo que de alguna manera se ha alcanzado a percibir, es que se le descalifique por ser mujer, es decir la parte débil de este conflicto en esta sociedad machista en que vivimos y que a Prada no le pase nada.
Es mucho lo que el gobierno tiene que perder
si no lleva este caso hasta su esclarecimiento total
Es demasiado importante el Sena y así mismo es fundamental la transparencia en el manejo de la Secretaría General de Palacio, como para que queden dudas sobre el proceder de los tres funcionarios señalados. Sin embargo, debe recordarse el adagio popular que plantea que "cuando el rio suena piedras trae."
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