Amigo (a) de qué te sirve rasgarte las vestiduras y maltratarte con el que piensa contrario en cuestiones políticas, si de todas formas a esos que siguen y sigues (políticos), a la hora de la verdad, lo último que les interesa eres tú y tu familia.
Te pregunto algo:
• ¿Tu candidato (a) visita tu casa en épocas no electorales?
• ¿Tu candidato (a) te invita a sus celebraciones y/o fiestas personales?
• ¿Tu candidato (a) te ha socorrido en una calamidad doméstica y/o familiar?
• ¿Tu candidato (a) ha pagado la matrícula de alguno de tus hijos o la tuya?
• ¿Tu candidato (a) te ha dado a ti o a algún miembro de tu familia participación burocrática en la entidad o corporación que ha manejado directamente o indirectamente?
• ¿Tu candidato (a) te ha dado participación a ti o a algún miembro de tu familia en alguna de sus empresas o negocios?
• ¿Te has dado cuenta del enorme patrimonio personal y familiar que tiene tu candidato (a) y su familia y el pequeño patrimonio tuyo?
• ¿Te has dado cuenta de que tu candidato (a) se abrazará dentro de poco con el candidato (a) contrario, cuando ya estén gozando las mieles del poder, mientras tú y tu vecino estarán distanciados y sin nada en el bolsillo?
• ¿Tu candidato (a) sabe cuál es tu fecha de cumpleaños
• ¿Tu candidato (a) te abrirá las puertas de su casa cuando salga elegido o te hará esperar en un portón por horas y horas y nunca te atenderá?
• ¿Te has dado cuenta que esos 100 o 200 mil pesos que ahora te da tu candidato no son de ellos, sino que provienen del enorme presupuesto público que han manejado por años de manera impune?
• ¿Te has dado cuenta que tu candidato (a) está obsesionado por el poder y esa obsesión lo hizo y lo hará realizar lo peor para conseguirlo?
• ¿Te has dado cuenta de la cantidad de mentiras que te dice tu candidato (a) y lo hipócrita que es?
• ¿Tu candidato (a) le ha pegado delante de personas a alguno de sus fieles subalternos?
• ¿Tu candidato (a) ha usado armas en contra de personas para defender sus equivocadas ideas?
Reflexiona: a tu candidato (a) tú eres lo que menos le importa. No te dejes utilizar. Deja de ser parte del rebaño. Rompe las cadenas de esclavitud mental. Es ahora o nunca. No seas masa, que la única masa buena es la de harina de maíz o de trigo.