Desde que Primoz Roglic perdió el Tour de Francia en el 2020 en el último suspiro a manos de su compatriota Pogacar, el esloveno tiene la sangre en el ojo. Quiere desquite a como de lugar, sobre todo después de que en el Tour de este año una caída le haya restado potencia. El haberse retirado prematuramente del Tour le sirvió para preparar mejor la Vuelta, de la que es el actual campeón. El recorrido no le viene todo lo bien que él quisiera, sobre todo porque en su camino se cruzará un grande.
Después de que se confirmara que Pagacar no participará en esta edición la pelea se depura un poco más y entonces quedarían sólo Roglic, actual campeón olímpico contrarreloj y Egan Bernal quien viene de ganar el Giro de Italia. Después viene un lote que lo lidera la medalla de oro de ciclismo de ruta, el ecuatoriano Carapaz quien, en teoría, vendría tocado físicamente después de ganar los olímpicos y de un Tour de Francia en donde se ha dado una verdadera paliza para ser tercero de la competencia. Lo acompañan en opciones los españoles Mikel Landa, quien dio una verdadera exhibición en la pasada Vuelta a Burgos y Enric Mas, lider del Movistar. Después vienen los colombianos Miguel Angel López, Uran y Yates.
Va a ser una vuelta hermosa en donde cualquier cosa puede pasar. A Egan el recorrido le viene como anillo al dedo con esos ocho finales en alto y tan solo dos contrarrelojes, la última, con la que cierra la edición, es una crono de media montaña. Así que todo está dado para que el de Zipaquirá pueda conseguir una hazaña que sólo diez corredores han hecho en la historia del ciclismo: ganar las tres grandes vueltas, el Giro, El Tour y la Vuelta.
