Cuando Carlos Queiroz llegó a la Selección Colombia para reemplazar a José Pékerman, el ambiente era de mucha expectativa porque el argentino dejó el listón demasiado alto y Queiroz no tuvo tiempo de demostrar si estaba a la altura.
El proyecto iba lento pero seguro. La selección no enamoraba, pero dejaba algunos partidos buenos hasta que se vino todo abajo en los partidos contra Uruguay y Ecuador. Queiroz no merecía irse, pero las derrotas 3-0 y 6-1 hacían indefendible su continuidad.
De su proceso en selección Colombia se rescatan varias cosas. Darle confianza nuevamente a Stefan Medina, que ha demostrado ser uno de los mejores laterales del país, y tener como protagonista a Roger Martínez. El delantero cartagenero siempre estuvo opacado por otros nombres, pero Queiroz le vio potencial y fue decisivo en partidos como el de Copa América contra Argentina donde anotó un golazo.
Reinaldo Rueda tomó nota de lo que dejó Queiroz en su corto proceso y tuvo en cuenta a Martínez para los partidos de eliminatorias contra Bolivia, Paraguay y Chile. Se habló mucho de quien iba a ser el delantero titular de Rueda para el partido con Bolivia. Sin Duvan Zapata ni Muriel estaban Falcao, Borja y Santos Borré, pero Rueda le apostó todo a Roger y él le respondió con creces.
En el gris partido de toda la tricolor contra Bolivia Martínez fue luz en la oscuridad. Él solo se fabricó el gol de la victoria parcial y fue la rueda de auxilio para todos. Recibiendo de espaldas y descargando para sus compañeros, le dio claridad a muchos ataques de la selección que al final no prosperaron.
Que nadie menosprecie el trabajo de Martínez porque esté jugando en México y no en Europa como sus otros compañeros, porque les ganó la partida a todos para ser titular y le cumplió a Rueda, que puede que lo vuelva a poner de titular contra Paraguay.
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