Conocidos los resultados electorales de primera vuelta se advierte que el gran perdedor fue el uribismo, movimiento que había hecho todo lo posible para no expresar su apoyo explícito al candidato Federico Gutiérrez, pero a pesar de ello todo el país creía que este era su candidato y los resultados reflejaron el alto grado de des favorabilidad que tiene no solo el presidente Iván Duque, sino también el expresidente Álvaro Uribe Vélez; no obstante el resultado es más revelador, pues había otra ficha.
El segundo gran derrotado y muy a mi pesar fue el centro político, liderado por la coalición que llevó a Sergio Fajardo como su representante en la contienda electoral logrando una modesta votación, el Partido Conservador no presentó un candidato propio mientras que el Partido Liberal prácticamente secuestrado por la casa Gaviria.
Entonces vemos cómo emerge una nueva figura encarnada en un personaje muy peculiar como es Rodolfo Hernández, un hombre polémico, muy cuestionado por su temperamento y sus líos judiciales en el caso de Vitalogic, que lo involucran a él y a su hijo en un tema de interés indebido en celebración de contratos; en el cual se encuentra no solo imputado, sino además con escrito de acusación, en etapa de juicio y con fecha de audiencia de juzgamiento, la cual curiosamente está fijada para dos días después de las elecciones de segunda vuelta.
Si bien Rodolfo Hernández se presenta como una outsider, realmente no lo es; puesto que su fortuna se ha construido a través de la contratación pública, concretamente con contratos de vivienda de interés social y de estratos bajos.
Este es un candidato que nace como producto de un marketing político, respaldado por las grandes encuestadoras y medios de opinión al servicio del establishment, incluido el partido de gobierno que jugó a dos bandas, para lo cual se contrató a Víctor López exasesor de Donald Trump y de Nayib Bukele, quien consiguió hacer del presidente de el Salvador, un éxito en redes sociales, basado en la red social de Twitter, ahora, a través de TikTok ha encontrado la fórmula secreta para llevar a un populista como Rodolfo Hernández, a sus 77 años, a disputarle la Presidencia de Colombia al candidato Gustavo Petro sin que el electorado note quienes están detrás de él.
Pero este éxito obtenido en la primera vuelta electoral se convertiría rápidamente en su propio fracaso, toda vez que su vida pública y privada se ha puesto en el ojo del huracán y si bien en la primera encuesta después de las elecciones de primera vuelta iba punteando, ya en las nuevas en encuestas del CNC, Petro lo supera; los dos candidatos continúan realizando, con diferentes sectores políticos, pero Hernández seguirá presentándose como independiente, esa es su estrategia.