Eran las nueve de la mañana, estaba helando el ruido de los carros que por allí pasaban adornaban el ambiente; me acerqué al profesor Luis Alberto Ninco, entrenador de baloncesto de silla de ruedas en el centro deportivo llamado Coldeportes, tenía muchos nervios, las manos me sudaban, las piernas me temblaban, incluso sentía que la voz se perdía en el eco profundo eterno de aquel gran lugar; pero de eso se trata, esos nervios absurdos me hacen dar cuenta que la esencia de cada acto se centra en la emoción que entra a tus entrañas segundos antes de que lo realices. Saludé al entrevistado sin más rodeos, comencé con el conversatorio.
El señor Luis Alberto cuenta que una de sus prioridades es primero formar personas, antes de deportistas porque aquel que es persona logra ser un gran deportista. Y sí que es una excelente respuesta, decía también que es bastante exigente, estricto con respecto a la disciplina que se maneja en el quipo, pues como en todo ente grupal hay cosas permitidas otras que no lo están, cuando se llegan a entender cada uno de los parámetros es más fácil crear armonía entre los integrantes del equipo.
Como bien se sabe, todo ser humano tiene cosas buenas, otras no tanto; entonces el Profesor en tan agradable conversación, comentó cuáles eran las fortalezas, debilidades de sus jugadores, mostrando las primeras como el hecho de que hayan superado de manera tan magnifica el no poseer esa pierna o piernas de las que carecen, la memorable forma de adaptación a los cambios de vida, cómo hacen del deporte su cápsula de escape, huyen de una sociedad que discrimina, ofende, pordebajea. Sus debilidades, la falta de recursos, pues la adquisición, el mantenimiento de las sillas de ruedas especiales tiene un costo elevado que muchas veces impide que los deportistas puedan practicar competir.
El tiempo pasaba, la entrevista, cada vez se volvía más amena, interesante constructiva. En medio de ésta, surgió la duda de qué si la enseñanza es más eficaz cuando se utiliza un tono conversacional o con gritos, para este cuestionamiento, el profesor Luis Alberto afirma que es más eficaz cuando se hace conversacional debido a que se espera que sea una charla de amigos, no obstante existen momentos en donde es necesario gritar para demostrar que las cosas se deben hacer de una u otra manera.
Me mostró que la mejor metodología de enseñanza es a través de la demostración, ya que el ejemplo es la clave para que el aprendizaje se entienda mejor. Por otro lado Luis Alberto se siente muy orgulloso de su equipo, un equipo que cumple expectativas, porque han sido campeones nacionales con interligas, interclubes, sobre todo siete de los diez jugadores estuvieron en los paralímpicos de Londres, hecho noble e inolvidable, que regocija el alma, engrandece corazones; sin contar que tienen la esperanza de que con la ayuda del gobierno se llegue aún más lejos.
El afecto cariño es muy importante a la hora de liderar cualquier grupo, bien sea dentro o fuera del terreno de juego, sin embargo el entrenador, considera que en el campo debe primar la autoridad pero por fuera siempre habrá espacio para brindar afecto. Realmente no comparto del todo su opinión, pues no es necesario ser de roca a la hora de un juego para demostrar autoridad, esto puede distorsionar la actitud de los jugadores, es vital que ellos sientan el apoyo de su líder, porque una actitud tan frívola genera miedo, deja de lado el concepto de unidad; pero respeto su forma de pensar quizás sea la base para un equipo sólido.
Con cada repuesta del profesor temía equivocarme al cuestionarlo; en medio de mi nerviosismo, casi con la voz temblorosa me atreví a preguntar, si alguna vez, él había encontrado jugadores con ganas de quitarse la vida debido a su condición; el entrenador notó que los nervios se apoderaban de mí, con una amable sonrisa respondió: - “Sí, claro se encuentran! No discúlpame no jugadores como tal. Los encuentro antes de que descubran el deporte, cuando lo hacen se olvidan totalmente de esa de loca de terminar con su existir; jugar baloncesto es una forma de vida en donde demostramos que nosotros seguimos siendo personas productivas, útiles a la sociedad. Sí, conozco personas que antes de llegar al deporte quisieron quitarse la vida, pero las cosas de Dios son perfectas, se dieron cuenta que esto no soluciona nada si deja gran dolor, pero ahora son protagonistas de un sinfín de triunfos experiencias maravillosas”-.Tengo que confesar que aquella respuesta me llegó al alma, tanta verdad, tanto por reflexionar, me di cuenta que muchas veces nos quejamos de todo, no estamos de acuerdo con nada, ni siquiera darnos cuenta que somos perfectos , cada quién a su manera, estamos completos gracias a Dios, a la vida o al destino, somos capaces de todo. Ahí está lo extraordinario de la genialidad humana, pero tristemente la mayoría de las veces dejamos que nuestros miedos ocupen el lugar de los sueños nos limitamos tanto que llegamos al punto de creer que todo es imposible, cuando realmente lo único imposible es dejar de soñar.
En este ciclo vital ocurren muchas cosas tan inesperadas que son incomprensibles, como el hecho de que estás bien , de un momento a otro todo se distorsiona, pero esto nunca ha sido impedimento para ser feliz, un ejemplo claro me lo otorgó el profesor, una vez un jugador convencional de baloncesto del equipo piratas profesional sufrió un accidente en moto le amputaron una pierna, por un momento para aquel jugador todo estaba perdido pero la magia ocurre cuando se quiere retar las circunstancias demostrar que como seres racionales somos más fuertes que las adversidades, es aquí cuando él llega a la liga, descubre que su pasión no murió con la pérdida de su pierna por el contrario continúa con mayor fuerza; en estos momento es el mejor deportista de Colombia pertenecen a la selección Cundinamarca se encuentra en Turquía. Sin duda un ejemplo perfecto de superación personal.
Llegó un momento donde hubo un silencio, producido porque no sabía cómo abordar la siguiente pregunta, entonces tome aire, sin mucho preámbulo, pregunté al profesor Luis Alberto, por qué se encontraba en silla de ruedas. No ay que ser adivino para decir que se sintió un poco incómodo con la pegunta, no obstante la respondió de manera atenta: -“Hace veintidós años trabajé con la policía, salía a un operativo contra una banda de delincuentes que se dedicaba al narcotráfico hay tuvimos un enfrentamiento a bala unas de esas balas me afectó la médula ahí quede en una silla de rueda”-. Ahora entiendo, el porqué de su carácter duro, frío, si anteriormente había ejercido como policía era evidente que se formó en la disciplina la rigurosidad de una academia. Sin embargo era un luchador que merecía toda la admiración posible.
Las horas continuaban para finalizar la entrevista me habló de su ex esposa, su compañera actual, sus hijos nietos, sin duda alguna una familia muy peculiar, pero al mismo tiempo unida convencida de que la vida siempre regala segundas oportunidades. Ya había culminado nuestra charla, me despedí di las gracias por tan entretenida conversación, salí de aquel sitio emocionada, satisfecha de aquel encuentro.
Al día siguiente, me desperté con muchas ganas de mostrarle mi profesor de la Universidad Andrés Molano lo que había logrado con la entrevista, y así lo hice cuando la terminó de revisar me dijo que le faltaba, tenía realizar una entrevista de donde se reflejara la vida del entrenador, el antes después de su discapacidad. Cumplí las órdenes de mi maestro volví a contactar al entrenador Luis Alberto Ninco para complementar la entrevista anterior.
Pero ese día todo cambio, sentí que ya no era lo mismo de antes, llegué al sitio de encuentro, el profe nada que llegaba está preocupada, entonces lo llamé dijo que ya llegaba que le hiciera la entrevista dentro del carro, francamente se me hizo extraño, pero aun así accedí, comencé a entrevistarlo, le dije que el objetivo de la entrevista es conocer su historia el antes el después, empezó contestar pero sus respuestas eran frías bastante breves , cuando de repente me dijo que estaba hablando más de lo debido, me comentó que el daba conferencias donde cuenta su historia. El valor de cada una era de doscientos mil. Esto me llenó de ira pues tenía una imagen muy diferente de él.
No sabía qué hacer, decidí ir a la universidad contarle a mi maestro Andrés Molano me que no me preocupara que lo que había era historia que contar hay me aconsejó que ya no entrevistara más al profesor sino a un jugador, llena de esperanza agradecí al profesor busqué a quién entrevistar. Entrevisté a un deportista maravilloso, amable.
Baudelio Herrera me facilitó un gran encuentro, comenzó contándome la bella relación que lleva con su esposa con sus hijos, lo realizado que se siente de jugar en el equipo, pues en éste ha competido ha regalado a su club bastantes vitorias, con lágrimas en los ojos comentó su experiencia, el porqué estaba en silla de ruedas, un hecho fuerte conmovedor, suceso que comprueba que todos los seres humanos tenemos una misión en la tierra; antes de su terrible accidente, Baudelio tenía un finca en el Departamento del Huila, terreno al cuál le había dedicado sus mejores años, donde construyó su familia pero por encima de todo donde era total y plenamente feliz, pero un día su mundo de cuento se derrumbó por culpa de una violencia que lleva más de 50 años arrasando con nuestra Colombia lo más trágico en toda esta historia de terror es que tan cruel enfrentamiento no parece tener solución alguna; por esta razón a el jugador Baudelio no le quedó más opción que salir corriendo, llegar a una capital que ofrece oportunidades pero que aterra pues es tan grande su población tan indiferente que asusta el porvenir del necesitado, sin embargo él llega a encontrar el Bogotá una vida digna para él su familia, en este proceso encuentra empleo como escolta, en uno de sus día laborales 5 tiros atraviesan su cuerpo; por eso digo que cada quién tiene que cumplir una misión en este loco mundo; la de Baudelio no había terminado, porque aun después de tan brutal balacera seguí vivo, desafortunadamente sus piernas ya no respondían, pero aquel hombre luchador nunca se rindió, por el contrario encontró en el Baloncesto excusa perfecta para seguir viviendo.
Don Baudelio es uno más de los muchos que le dan sentido al significado de la vida. Pude jugar en una de estas sillas, yo que soy una amante empedernida del baloncesto entendí que este método de jugarlo tiene el mismo valor o incluso más que el de la metodología tradicional, pues en silla de ruedas se valoran las piernas pero más allá de las extremidades es fantástico el corazón la disciplina que le ponen este tan ejemplar deporte.
Fue una experiencia hermosa, la cual me hizo crecer, cambiar mi mentalidad, valorar lo que tengo, una experiencia que me regocijó el corazón penetró mi ser, en pocas palabras, la oportunidad perfecta de auto descubrirme
