La novela de Sebastián Villa en este mercado de fichajes fue una vergüenza total. El colombiano viene de hacer una muy buena temporada a las ordenes de Miguel Ángel Russo, y creyó que su carrera ya le pedía dar el salto a una liga mucho más competitiva que la Argentina.
Debido a lo anterior, Villa se declaró en rebeldía total con Boca y se rehusó a entrenar con porque quería que lo vendieron. Los pretendientes llegaron desde Europa y se especuló con que el Brujas de Bélgica lo quería.
Sin emabrgo, Boca hizo difíciles las negociaciones. No iban a dejar ir tan fácil a un jugador en rebeldía y al que además le alcahuetearon su episodio de violencia intrafamilair. El equipo lo acompañó, lo arropó y además, por la importancia que tenía en cancha, no lo iban a dejar ir tan fácil.
Boca pidió un precio demasiado alto que Brujas ni nadie estaba dispuesto a pagar. Al final, el mercado acabó y Villa sigue en Boca Juniors. Al respecto se refirió Juan Román Riquelme, ídolo máximo del club y ahora vicepresidente del club, y destrozó a Villa en televisión.
Para ESPN, Riquelme dijo que "Villa le faltó el respeto al club, a la camiseta, a sus compañeros. Lo saben todos. Nunca dijimos que estaba en venta".
En el fondo, el vicepresidente del club está feliz de que no se haya dado la transferencia y Villa se haya quedado. En primer lugar porque Villa era importante para el equipo y en segundo lugar para que le sirva de lección su mal comportamiento. "Ojalá que haya aprendido y sepa que tiene obligaciones y las tiene que cumplir. Nosotros le cumplimos a nuestros trabajadores, como club grande y serio. Tenemos firmado con él un contrato y todos los meses le vamos a cumplir. Después, los jugadores saben lo que tienen firmado y saben las obligaciones que tienen”.
Ahora Sebastián regresó a Argentina con el rabo entre las patas, y tendrá que seguir entrenando para poder irse en un próximo mercado de fichajes desde que lo haga de buena manera, sin pataletas que a la larga no sirvieron para nada.