Si Rigoberto Urán hubiera ganado el Giro de Italia 2014, como debió ser, a estas alturas, en el 2017, ya tendría en su haber varios Giros de Italia, Tours de Francia y vueltas a España ganados
Pero en el Giro 2014, por un malentendido, Nairo Quintana hizo algo que no debió, lo cual afectó el futuro de Rigo.
En el Giro 2014, Rigoberto Urán era el líder sólido, antes de pasar la etapa reina que cruzaba el temible Stelvio, con amplia ventaja sobre Nairo Quintana. En la etapa que lo cruzaba, caía nieve, había muy poca visibilidad y la carretera estaba húmeda y lisa por la nieve derretida. En medio de una confusión, se creyó que la organización había sacado bandera roja para neutralizar la carrera en el peligroso descenso del Stelvio, pero Nairo Quintana siguió. No se sabe a ciencia cierta si realmente no escuchó o si simplemente se hizo el ciego y sordo, y atacó en el descenso.
A pesar de que una moto del Giro iba 10 metros delante de él con la bandera roja agitada, Nairo siguió su ataque. Cuando la organización normalizó la situación, Nairo ya había tomado una gran ventaja, que le permitió ganar la etapa y tomar el liderato de la prueba. La mente es la herramienta más poderosa que tenemos los seres humanos, un hecho positivo nos puede impulsar, pero un hecho negativo nos puede hundir. Ese día, fortaleció mentalmente a Nairo y le permitió tomar impulso para ganar el Giro 2014.
Ese hecho (positivo para él) lo convirtió en el gran campeón que hoy es, pero para Urán lo ocurrido en el Stelvio fue negativo, una estocada mortal. Un compatriota le robó la posibilidad de ganar. A partir de ahí, el de Urrao se hundió mentalmente, y su curva ascendente hacia la gloria y la cosecha de grandes victorias, giró bruscamente hacia abajo. Pero Rigo es tan humilde, sencillo, noble y honesto, que nunca le echó la culpa a Nairo ni a nadie de su derrota y nunca hablo más del tema.
Gracias a Dios, luego de 3 años de soportar críticas, Rigoberto se levantó, recuperó su fortaleza mental, fe y confianza, y creyó nuevamente en sí mismo. Ahora se perfila para seguir su brillante camino ascendente de gran campeón, ya que siempre ha sido un verraco, un valiente y un "todoterreno" en la bicicleta.
Al gran Rigo todavía le quedan varios años por delante para seguir escribiendo una de las mejores páginas en el ciclismo mundial, estamos ante el renacer de uno de los mejores ciclistas del mundo. ¡FUERZA RIGO!