Las posiciones que ocupa en el ciclismo contradicen la vida de estudiante adolescente que tuvo Rigo. Mientras en la bicicleta se ha mantenido siempre delante de los mejores pelotones, en las aulas de clases nunca dejó de integrar el "grupito de atrás". Esa fue la gran paradoja de Rigo en su adolescencia: al mismo tiempo que sus entrenadores lo elogiaban como corredor, sus profesores en el colegio eran victimas de su comportamiento burlesco y retador. Muchos de sus profes terminaban desquitándose de su insoportabilidad con notas pésimas en su boletín.
Durante los cinco años que estudió en el colegio Jesús Iván Cadavid de Urrao, Rigo recibió más castigos que felicitaciones en clase. Su grupo de cinco amigos tenían tantos antecedentes, que a veces les asignaban travesuras ajenas por meras sospechas. En alguna entrevista, Rigo recordó aquella tarde en que un cualquiera de sus compañeros explotó un pedo químico cerca del pupitre de Rigo y no dudaron en suspenderlo. Ese día no había sido él, pero la gran mayoría de los otros castigos sí fueron justificados.
“Eran muy cansones”, recuerda Dora López, su profesora de inglés por tres años escolares. El único que lo evoca con cariño es Juan Carlos Baena, su profesor de educación física. Y eso que una vez lo encontró imitándolo: Rigo se subió el pantalón hasta el ombligo, se puso un saco debajo de la camiseta blanca e impostó una voz gruesa y de político en campaña. “Muchachos, el calentamiento pues. Todos a subir escaleras”. Rigo se alardeaba por las risas que generó su chiste, pero todos se burlaban de que el maestro Baena lo vio todo desde la puerta del salón.
Su personalidad humorista, entre burlesca y gentil, lo acompaña intacta en su nueva vida de estrella nacional proclamada en la cima del ciclismo mundial para siempre. Urán es uno de los setenta representantes colombianos en los Juegos Olímpicos y en medio del encierro que debe vivir en Tokio, el ciclista se las arregla para divertirse con sus compañeros, especialmente con su amigo cercano Sergio Higuita, en la misma dinámica de cuando era un adolescente. Todo por las risas, la misma filosofía con la que ha viajado el mundo en bicicleta.
En un video compartido por sus historias de Instagram, el ciclista colombiano se la montó a su compañero Higuita mientras dormía y lo expuso roncando.
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