Ricardo Carriazo le había dado duros golpe al narcotráfico en los tres años que estuvo en la fiscalía antinarcóticos. Entre sus triunfos contaba incautaciones de cocaína en dos continentes y de grandes capos. Una de sus más recientes fue la investigación tras la finca del ex embajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente, donde se procesaba droga. Su duros golpes lo hacían uno de los funcionarios protegidos por el gobierno de Estados Unidos y de Francia.
A pesar del padrinazgo del gobierno Trump y Macron, el fiscal Francisco Barbosa declaró insubsistente a Carriazo este lunes, según Semana. Desde que se había posesionado como cabeza de la Fiscalía, Barbosa ya había recibido la renuncia del duro fiscal antinarcóticos pero las relaciones diplomáticas lo habían mantenido en el cargo. Pero tras un fuerte revolcón dentro del ente investigador, que viene de semanas atrás con la salida de funcionarios de confianza de Barbosa, la salida de Carriazo fue inminente.
Antes de dejar su puesto, según información de la revista Semana, Ricardo Carriazo había firmado un preacuerdo con el mayordomo de la finca del ex embajador Sanclemente para dar información clave del narcotráfico. Las quejas contra Barbosa por parte de las embajadas de Estados Unidos y Francia no se han hecho esperar e incluso, sigue en pie el ultimatúm del gobierno Trump de retirar ayuda en la lucha contra las drogas a Colombia, si Carriazo salía del cargo.
