Los recientes nombramientos de embajadores sugieren que el presidente Gustavo Petro suele dar prelación en las nóminas oficiales a aquellos que fueron sus compañeros de militancia en el M-19, la primera guerrilla que le apostó a la paz hasta convertirse en actor clave para la democracia. Sin embargo, en el sector de la defensa y seguridad nacional esa regla ha tenido su excepción.
Esa excepción la encarna el general (r.) Ricardo Hernando Díaz, actual viceministro de Defensa Nacional y un tropero pura sangre, de amplios resultados operacionales mientras comando unidades en zonas de conflictos o condujo la inteligencia del Ejército. Díaz es el mayor de los hijos del general Hernando Díaz Sanmiguel, comandante del Ejército Nacional hasta 1987.
El general Díaz padre, fallecido prematuramente a los 58 años, es recordado como uno de los oficiales de línea durante en la primera mitad de la década de los 80, cuando las Fuerzas Militares libraron su lucha más dura contra el Movimiento 19 de abril (M-19), en el que militaba el hoy presidente Gustavo Petro.
Eran los tiempos en el que el país permanecía en Estado de Sitio y en el que las Fuerzas Armadas pudieron juzgar civiles en consejos verbales de guerra. El general Díaz Sanmiguel hace parte de una galería de oficiales de línea dura al lado de nombres como Luis Carlos Camacho Leiva, ministro de Defensa de Julio César Turbay Ayala; y Fernando Landazabal Reyes, ministro de Defensa de Belisario Betancur.
Su hijo Ricardo fue llevado al cargo -con la anuencia presidencial- por el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
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