Se cumplió el sueño de millones… de haters que no soportan la música de Ricardo Arjona. El cantante guatemalteco autor de frases como “mujeres, lo que nos piden podemos, si no podemos no existe y si no existe lo inventamos por ustedes” o “un detergente intermitente se roba el arte de tu vientre y su creación”, anunció su retiro, que podría ser definitivo.
Así lo informó por medio de una publicación en sus redes sociales, donde contó que lleva seis infiltraciones de columna que fueron necesarias para poder mantenerse en pie en la última etapa de su gira Blanco y Negro.
La columna no fue el único motivo, en su carta de momentánea despedida, Ricardo Arjona también explicó que no se siente cómodo con las actuales reglas de la industria musical. Casualmente, poco antes de presentar el álbum Blanco y Negro, el artista se pronunció sobre el reggaetón. Entonces se limitó a decir, que, aunque respeta a los cantantes que ahora están de moda, se sentía completamente alejado a esas nuevas tendencias musicales.
Blanco y Negro es el último proyecto discográfico del artista. Fue grabado en el mítico estudio Abbey Road, dónde grababan Los Beatles, y contiene exitazos como “Hongos”, “El blues de la mediocridad” y “Morir por vivir”. Del álbum doble también se desprende un proyecto compuesto con versiones alternativas de las canciones, donde participan otros referentes como Pablo Alborán, Joss Stone, Melendi o Manuel Medrano.
A lo largo de su carrera musical Ricardo Arjona ha estado envuelto en diversos escándalos. Que van desde las acusaciones de violencia doméstica, por parte de su exesposa Leslie Torres, quien luego hizo una conciliación económica con él y declaraciones atacando al feminismo que lo convirtieron –momentáneamente– en un enemigo público de las redes sociales.
Ricardo Arjona es un artista que despierta amores y odios. Sus fanáticos aplauden la forma simple, divertida y presuntamente ingeniosa que tiene de contar las relaciones de pareja y sus anécdotas personales. Pero quiénes lo odian piensan que sus letras están plagadas de clichés y remarcan que sus canciones reproducen dinámicas propias de la violencia de género.
En los últimos años, se hizo muy viral un ejercicio que habría realizado una profesora de colegio argentina que habría solicitado a sus alumnos representar las letras de canciones de otras épocas con muñecos y muñecas.
Una de las cuestionadas fue el clásico del pop latino “Dime que no”, de autoría de Ricardo Arjona, que contiene frases como “Si me dices que no, puede que te equivoques, yo me daré a la tarea de que me digas que sí”.
Una canción que a 27 años de su lanzamiento puede tener una interpretación diferente a la que según Arjona tenía cuando él la compuso.
Entonces, él explicaba que la canción hablaba del esfuerzo por los amores difíciles. Aunque en la actualidad, muchos detractores del artista han relacionado sus letras, con la herencia violenta que está presente en muchas canciones pop. En las que voluntaria o involuntariamente se ha sugerido que las mujeres siempre deberían estar disponibles a los caprichos masculinos.
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