Más allá de la imagen dura del Che que se estampa en las camisetas, se encuentra la propuesta de “la construcción del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica” como los elementos del socialismo por los que luchó él en contra de la sociedad capitalista en la que impera el egoísmo, el individualismo. Sin embargo, “es común escuchar de los voceros capitalistas —escribió el Che para el semanario Marcha, Montevideo, marzo de 1965— como un argumento de la lucha ideológica contra el socialismo, la afirmación de que este último sistema social o el período de construcción del socialismo al que estamos abocados, se caracteriza por la abolición del individuo en aras del Estado”. En el capitalismo el hombre se halla en la lucha de “todos contra todos” (bellum omnes contra onmes), mientras que de lo que se trata es la abolición del individuo egoísta para dar paso al hombre nuevo. En lugar del trabajo que en la sociedad capitalista degrada porque es un simple medio para mantener la existencia física, en el socialismo el hombre produce incluso libre de la necesita física y solo produce realmente liberado de ella.
Hay por lo tanto un cambio o mejor una transformación en el hombre dado que el hombre burgués se encuentra con la necesidad de desarrollar y cultivar el egoísmo, pues la sociedad está erigida desde el entramado del cultivo del individualismo. Por eso mismo, no es extraño decir que en el socialismo el hombre es un factor fundamental, pues a partir de cambiar el paradigma sobre el cual se desenvuelve la sociedad como es el tinglado del capitalismo hay la posibilidad para el hombre nuevo.
La burguesía elevó como ideal el hombre individualista y no es nada fácil erradicar el individualismo del hombre que se ha cimentado durante siglos. Una manera de superar la condición de la sociedad burguesa es el camino de la revolución, que elimina los obstáculos que no hacen posible la expresión del hombre nuevo. Solo que “la nueva sociedad en formación tiene que competir duramente con el pasado. Esto se hace sentir no solo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también el carácter mismo de este período de transición con persistencias en las relaciones mercantiles.”
Ahora bien, el proyecto del hombre nuevo tiene dos problemas que no ha podido superar: de una parte, la relación con la naturaleza mediante la técnica. En el mundo moderno el ideal ha sido el dominio de la naturaleza. Mas esa relación de dominio lleva a la destrucción del equilibrio el cual hace posible la vida en el planeta. El segundo problema para llevar a cabo el ideal del hombre nuevo, si se piensa más allá de lo que han pronosticado los profetas del fin de la historia, se encuentra en hacer posible la revolución. Esta propuesta implica la formación de la juventud y el partido. “Particularmente importante es la juventud por ser la arcilla maleable con la que se pude crear el hombre nuevo.” y “el partido como una organización de vanguardia”. Este punto ocasiona profundas disputas, pues el partido pretende ser único, frente a la democracia burguesa.