En redes sociales se ha visto la conformación de varios grupos de revocatoria para el mandato del alcalde Daniel Quintero Calle, y digo varios porque no tienen la capacidad de dejar de lado el ego y trabajar unidos en pro del objetivo común.
Por ejemplo, en el grupo de Telegram que se llama #MedellinPideRevocatoria se ve constantemente cómo Alejandro Posada pide que no den información a otros y que él en su momento (y ya es octubre) hablará con los demás líderes de las demás iniciativas.
En mi opinión, Alejandro Posada es el divisor de la revocatoria, y probablemente gracias a él y a otros veremos cómo otra vez los egos van a poder más. Cuando la gente le manifiesta el sentir de necesidad de unión, dice que su iniciativa es “diferente” y que revocatoria está lejos de fines politiqueros, aún cuando todos sabemos su militancia en partidos y las reuniones que abiertamente manifestó haber tenido con políticos y empresarios.
En fin, él mismo señala, con grandes aires de superioridad, que su iniciativa es la mejor (como quien dice, tienen que unirse a la mía) y además solicita que a su grupo no envíen nada de otras revocatorias y creen sus propias líneas de comunicación.
Seguramente, todo esto hará que, en enero, la fecha en que pueden iniciar las acciones revocatorias, haya muchos ciudadanos con ganas de trabajar y pocos acuerdos comunes, como dicen, mucho cacique y poco indio. Entonces la revocatoria se esfumará de las manos. Una lástima, porque las redes muestran gran inconformidad, y eso que ni para usar un HT y volverlo tendencia han sido capaces de unirse.
Los que queremos realmente una revocatoria unida estamos en una preocupación constante por ese individualismo que ciertos “líderes” demuestran. Como quien dice, ni siquiera la casa por dentro está organizada. El desorden y descontrol es evidente y trágico