Para nadie es un secreto que quienes están detrás de la iniciativa de revocatoria al Alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, son precisamente aquellos que hicieron parte del gobierno de Gustavo Petro, quien sólo alcanzó el 57% de las metas propuestas durante los 4 años; a este grupo se unió, además, el comité que hace parte del sindicato de la ETB, empresa a la que le fue autorizada la venta de las acciones pertenecientes al distrito.
Tampoco es desconocido que desde el primer día del mandato de Enrique Peñalosa los grupos opositores se han dedicado a impulsar esta medida, dejando claro que sus intenciones están lejos de buscar el bienestar de Bogotá, importándoles muy poco el cumplimiento de las políticas publicas planteadas por él en su plan de gobierno y mucho menos los logros alcanzados a través del Plan de Desarrollo, documento que fue aprobado por el Concejo Distrital hace menos de un año.
La gestión adelantada por esta Administración ha permitido importantes avances en temas de educación, salud, seguridad, infraestructura urbana, movilidad, entre otros. se registra reducción en el hurto a personas en 31%, los homicidios bajaron en un 72%, hay 550 habitantes de calle en procesos de recuperación se restablecieron los derechos de más de 700 menores de edad tras la intervención del Bronx; se creó la empresa Metro y las megaobras para este proyecto iniciarán en el 2018, se entregó el deprimido de la 94 y se avanza en los estudios para la construcción de la Troncal de Transmilenio por la Séptima; se han recuperado más de 250 mil mt2 de espacio público, se reabrió el Hospital San Juan de Dios y se trabaja en la restructuración del sector salud; se han invertido cerca de 15.5 billones de pesos en educación y se han legalizado más de 70 barrios en la ciudad. estos son algunos de los logros de esta Administración, que a hoy ha presentado una ejecución en su Plan de Desarrollo del 29,5%.
La propuesta de revocatoria no considera el derecho de los electores quienes confiaron en Peñalosa las riendas de la ciudad y quienes esperan ver cumplidas las propuestas del actual alcalde, las cuales fueron determinantes para su elección.
Como académico y jurista respaldo y considero más que acertado el punto de vista de expertos quienes aseguran que esta iniciativa está viciada de nulidad toda vez que sus promotores están induciendo en error a quienes firman la planilla ya que el formulario está desinformando sobre la gestión del Alcalde, basados en argumentos como el incumplimiento del Plan de Desarrollo y los avances en proyecto Metro, razones que, está demostrado, no tienen soporte.
En 16 meses, tiempo trascurrido desde su posesión hasta hoy, es imposible para cualquier burgomaestre alcanzar el cumplimiento del 100% en su Plan de Desarrollo, documento proyectado para ser ejecutado en 3 años y medio; razón que deja sin sustento cualquier revocatoria en este momento.
Es inconveniente utilizar este mecanismo de participación ciudadana con fines netamente polítiqueros, basados en intereses personales que amenazan la estabilidad institucional y vulneran los derechos de los electores; obstaculizando, además, importantes iniciativas necesarias para el buen funcionamiento de la ciudad, muchas de ellas impopulares y poco paternalistas, pero con las cuales Bogotá y la región consolidarán el desarrollo que vimos frenado por más de 12 años.
La revocatoria es revanchismo politiquero de los malos perdedores, así como se ha afirmado en varios medios de comunicación.
