La propia ministra de Salud, Carolina Corcho, se le atravesó al plan de reestructuración de la salud de Sucre que había sido propuesta por el gobernador Héctor Olimpo Espinosa. El documento con la negativa contiene una evaluación técnica, financiera y jurídica con la que no autoriza la liquidación de los hospitales de Corozal, San Marcos, San Juan de Betulia y E.S.E Universitaria de Sincelejo. Tampoco se vio viable la creación de una E.S.E única para el departamento.
La decisión se tomó en una mesa de trabajo en la que tuvieron asiento los ministerios de Hacienda y Salud además de la Superintendencia de Salud y el Sindicato Nacional de Trabajadores de los hospitales públicos en el que se recalcó la falta de condiciones financieras del departamento de Sucre para asumir las obligaciones laborales de las entidades que se pensaban liquidar.
Este era uno de los proyectos en los que el gobernador Héctor Olimpo Espinosa había puesto mayor empeño y había logrado autorización de la Asamblea Departamental y todo marchaba sobre ruedas con Fabio Aristizábal, Superintendente de Salud del gobierno Duque.
La señal del gobierno Petro y la ministra Carolina Corcho al gobernador de Sucre está orientada a buscar el fortalecimiento de la red pública de hospitales para que preste lo servicios de salud directamente o de lo contrario el gobierno nacional consideraría nuevamente una intervención, como estuvieron durante un período largo.