Wilmer David González Brito es el nuevo gobernador de La Guajira y a partir de hoy inician los analistas políticos nacionales y locales y los ciudadanos interesados en el futuro del departamento a señalar los retos y acciones que deberá emprender el nuevo mandatario para sacar a La Guajira de la crisis humanitaria y de gobernabilidad en la que se encuentra. El panorama es crítico, el diagnóstico claro y las posibles acciones se han discutido y analizado en diversos espacios académicos, políticos y sociales.
En sus primeras palabras como gobernador electo, Wilmer González hizo un llamado a la unidad de las distintas fuerzas políticas del departamento para edificar un “nuevo tiempo para La Guajira”, lo cual es totalmente acertado y necesario, sin embargo, los políticos no podrán solucionar en un corto periodo de gobierno los graves problemas que nos aquejan. Bajo este escenario, es el momento de la ciudadanía para asumir un rol protagónico, los ciudadanos deben ser artífices del cambio que tanto anhelan, no es cuestión de un gobernador o de la unión de los grupos políticos que asuman el poder, el reto de transformar La Guajira debe ser de todos.
La Guajira, necesita que Wilmer González gobierne de manera acertada e integra, pero también esta urgida de ciudadanos ACTUANDO día a día, promoviendo cambios y rupturas de paradigmas y modelos mentales. No se trata únicamente de sentarse en las esquinas a criticar la gestión del nuevo gobernador o a reunirse en el parque Padilla a discutir desde la pasión el deber ser del departamento y de las acciones que se deben emprender desde el palacio de La Marina, ni tampoco a promover marchas que simplemente se queden en defender la dignidad de los guajiros. No nos podemos quedar indignados eternamente, ni mucho menos quedarnos de brazos cruzados esperando que lleguen las soluciones o que el departamento siga hundiéndose en la desesperanza.
Debemos emprender y acoger causas, ideas, proyectos y movimientos cívicos que reviertan la situación negativa y permitan esa reinvención del departamento. Es urgente que la comunidad, y sobre todo los jóvenes, despierten de la somnolencia e indiferencia sobre el futuro de La Guajira, los guajiros deben concientizarse que su rol como ciudadanos va más allá de participar en campañas políticas y ejercer el derecho al voto. En ese sentido, la cultura de ciudadanía activa y de organización, podrán ser un punto de partida importante para conseguir la transformación social deseada.
En La Guajira hay personas valiosas y jóvenes preparados que tienen mucho que aportarle al futuro del departamento desde sus diferentes áreas de interés y conocimiento, sin embargo, falta un poco más de activismo propositivo, trabajo en red y menos egocentrismo para hacer de esta, La Guajira que queremos.
Cierro con una frase bastante reflexiva del joven Orlys Pitre durante su charla en TEDxRiohacha: “Acá todos tenemos nombres distintos pero un mismo apellido: La Guajira”. Dejemos a un lado tantas palabras y discursos, La Guajira podrá ser reinventada únicamente por medio de actos así sean pequeños, de gota a gota se llena el vaso y no hay peor error que no hacer nada porque solo se puede hacer un poco.