El día de ayer se publicó la nota de Andrés Villa, un ciudadano que quiso defender al nuevo primer mandatario de Bogotá, argumentando que en un mes había tomado medidas que respondían a problemas gruesos de la capital y que Petro fue incapaz de solucionar en todo su Gobierno. Sin embargo, dicha argumentación estaba llena de vacíos y problemas que propongo sacar a la luz:
1. Decretó la emergencia sanitaria
Según Andrés, Peñalosa fue capaz de decretar emergencia sanitaria, medida que busca encarar la crisis que sufren los hospitales. Sin embargo, olvida que el mismo mandatario ordenó una reducción en un 40% de los gastos en los hospitales públicos, lo cual, inevitablemente afectará la calidad en la prestación de los servicios en salud. Está claro que una mejor administración de los recursos es necesaria, pero no veo cómo un recorte en los gastos puede avanzar en ese propósito.
En la columna se asevera que el decreto permitirá la inversión de cerca 90 millones de pesos, monto con el cual no es suficiente ni para contratar dos cardiologos. En caso de que sea un error y se refiera a 900 millones, de todas maneras la cifra está por debajo de la indemnización que debe pagar al antiguo gerente de la Empresa de Energía de Bogotá, para poder nombrar a una allegada suya. Si se trata de priorizar en gastos, considero que esto es una patada para los bogotanos.
2. Se destrabó la vivienda subsidiada
Es apenas lógico, cuando el modelo de ciudad que se propone busca la expansión horizontal, mientras a niveles mundiales se busca la centralización de las ciudades, algo que conviene a las constructoras y a sus amigos. Por otro lado, cuando la propuesta del alcalde buscó la venta de VIS y VIP en zonas bien integradas a la ciudad, la sociedad y los medios hicieron un llamado a la cordura como si se tratara de una propuesta fuera de toda lógica.
3. Mejoró la seguridad
El artículo cita una serie de cifras que indican una mejora en las condiciones de seguridad en la ciudad, contrastando datos de enero de 2016 con enero de 2015. Sin embargo, resulta evidente que todo hace parte de un proceso que antecede la entrada del alcalde. Por supuesto, la reducción en las tasas es resultado de todo lo desarrollado durante 2015. Es imposible que sea resultado de lo ejecutado en un mes. Pienso que es un intento de ganar indulgencias con avemarías ajenas.
4. Recuperación del Espacio Público
Esta situación genera sentimientos encontrados. Por un lado, la recuperación parece necesaria pero se adelanta sin ningún proceso de concertación con las personas. No se ofrecen alternativas de empleo para los ciudadanos que han hecho de esta su manera de vivir, ante una ciudad que no ofrece las mejores alternativas de empleo, ni siquiera para profesionales.
Descaradamente, cuando una vendedora ambulante inqueita al alcalde frente a la falta de alternativas, éste responde que se están reubicando. Me pregunto cómo pudo adelantarse ese proceso en solo un mes. Es un desconocimiento absoluto de las lógicas con las que funcionan las políticas públicas.
5. Primera Línea de Metro
Este punto me pareció completamente ingenuo y descarado. No solo Peñalosa despreció caprichosamente los estudios realizados por autoridades académicas reconocidas a nivel mundial. Es una falta de respeto que saquen pecho con esto, cuando Peñalosa no cuenta con estudios serios y espera abrir la licitación a finales de 2016. Me cuestiono seriamente sobre la calidad de los mismos teniendo en cuenta el corto tiempo que ha dispuesto para ello.
6. Se democratizó la elección de alcaldes locales
Es paradójico que asegure esto sin citar ninguna fuente. Además, dicha responsabilidad no está en manos de un alcalde, se trata de una reformulación de la ley nacional, lo que demuestra una ignorancia nefasta del derecho administartivo. Como si fuera poco, la propuesta lleva rondando el congreso desde antes de que Peñalosa asumiera el mandato de la ciudad y fue una propuesta de Clara Rojas, Representante a la Cámara por el Partido liberal.
No quiero que el dabate se dé en el marco de una lógica maniquea de verdades absolutas. Al contrario, espero que se dé con argumentos y hasta ahora la defensa de Peñalosa ha sido una suerte de pataleo que justifica lo injustificable. No estoy de acuerdo 100% con la administración Petro, pero la nueva administración ha demostrado ser nociva y pataletosa frente a la necesidades de la ciudad. Prueba de ello es que siga perfilandose Transmilenio como la mejor alternativa de movilidad, un transporte que funciona con combustibles fósiles y da la espalda al calentamiento global.