Libertad para los Liberales, orden para los Conservadores. Los dos conceptos dependen de la clase que maneja el Estado y el Estado mismo es un producto de clase, al margen de su organización técnica, de su eficiencia, de su cubrimiento nacional.
Por supuesto que hay matices y énfasis determinados en relación a los sectores de clase que manejan el poder del Estado, pero éste no invalida el concepto científico Marxista de que el Estado es un producto histórico; recordar El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, de Federico Engels, una de las obras clásicas de la ciencia política.
En este sentido y guardando todos los matices y contingencias del desarrollo histórico, el Estado no es más que el aparato de poder de una clase para someter a otra clase, es decir, la palanca de una clase propietaria de los medios de producción para defender con la violencia --Ejército, Policía, y cuerpos de inteligencia-- los privilegios de la clase dominante. Que es el Derecho sino la voluntad de la clase dominante erigida en ley.
De tal manera que los conceptos de Libertad y Orden están sujetos al sector de clase que maneja el Estado --Industriales, terratenientes, comerciantes, sector financiero-- .Es aquí donde reside el verdadero poder- Obviamente, el bloque de poder dominante no solo ejerce su dictadura "democrática" a través de la violencia, sino también a través de la hegemonía cultural-Prensa, radio, televisión, escuela, universidad, iglesia- hegemonía que le permite mantener sometidas a las mayorías inconscientes, e ignorantes de su propia alienación.
En este sentido hoy más que nunca se puede apreciar como si lo tuviéramos a la mano, el verdadero significado del Estado moderno. Qué es la globalización de la economía sino el dominio de las multinacionales. Y cuál es el papel de los Estados Nacionales sino servir de aparatos coordinadores de las multinacionales para imponer sus dictados en los planes de desarrollo económico, por encima las necesidades más acuciantes de las mayorías?
Por eso hay que decir que, en esencia, la teoría Marxista del Estado sigue vigente, y que el imperialismo como categoría económica y política está más vivo que nunca; es más, nunca antes había llegado a tal grado de terrorismo y corrupción como se está viendo hoy en día. O si no miremos las guerras por el petróleo y el gas en el Medio Oriente, donde las superpotencias de EE.UU y Europa tratan de superar sus crisis de acumulación capitalista mediante las guerras por los mercados de la industria militar y de las materias primas, disfrazando la realidad de sus verdaderas pretensiones con el discurso adocenado y mentiroso de la Libertad y del Orden.
Pero no solo su decadencia se está expresando con el terror indecible de las guerras sino también con la más irritante corrupción. O sino veamos lo que está pasando con los famosos “Paraísos Fiscales”; lo que estamos viendo con "Los Papeles de Panamá", la olla podrida de los Estados mediante los cuales la clase dominante lava sus grandes capitales del narcotráfico y de los carruseles de los contratos estatales para legalizarlos y evadir impuestos, comprobándose así hasta la saciedad y en forma irrefutable, que los "Señores" del gran capital imponen a su antojo la “Libertad” y el “Orden” que les conviene, para asegurar sus privilegios por encima de los "Estados Nacionales".