Ignoro si el Sr. Leonel Uriel Alzate es o no periodista, pero su respuesta a una misiva enviada por la periodista y profesora Astrid González es incoherente y perturbadora. Analicemos: en su muy particular escrutinio, el Sr. Alzate afirma en su artículo que: "cada uno es libre de sus actos, de igual manera cada uno es responsable de los mismos", frase de perogrullo, que no hace distinción entre la vida privada y pública de una persona, y concluye con la frase de Orwell, que tampoco hace distinción entre la vida privada y lo público, para luego mezclar la presunción de la existencia de una red de prostitución, con un video que no aclara ni induce a la existencia de tal organización, sino que, por el contrario, apunta a la relación personal e íntima de dos adultos con la cual podemos o no estar de acuerdo para saltar, en el párrafo siguiente, a conectar dicho video con la lamentable muerte de una alférez de la institución, sin que medie investigación o soporte para crear éste vínculo.
Partiendo de esa equivocada hipótesis, el Sr. Alzate pasa a acusar, posando de juez, no sin antes advertir que: "un General de la Policía, a mi modo de ver, corrupto, arbitrario y peligroso; convirtiéndose en juez y dictando sentencia, pero evitando lo que antes pregonaba: responsabilidad.
Luego, por si faltaba una perla, para el Sr Alzate: "para un político, el mentirle al país es normal" y le parece que mentirle a su familia (ámbito privado) "me parece que eso sí es una infamia", para luego hacer un paralelismo entre el Sr. Ferro y Bill Clinton, a quién según él "le cobraron el haberle mentido al país". Para este episodio y hasta hoy, independientemente de otras supuestas acusaciones que puedan existir en contra del Sr. Ferro, él no le ha mentido al país.
Y no, no es periodismo contarle al país actuaciones de personas, públicas o privadas, que se suscriban a su ámbito privado y que no tengan una conexión directa con afectaciones a personas o instituciones. ¿O es que fue del más alto interés periodístico el sonado caso de la actriz Luly Bossa?
Ver: “Señora Vicky Dávila, usted ha acabado con la vida de una persona”
Termina el Sr. Alzate en una diatriba contra la periodista y profesora, casi que endilgándole todos los males de la institución y del país, sin mayor análisis que sustente lo que allí profesa.
Más valdrían algunas preguntas y respuestas que el Sr. Alzate debería hacerse y responderse: Según usted, ¿quién debería responderle a quiénes usted menciona? ¿Los periodistas?.
Y de igual manera y como lo menciona, los objetivos del periodista no pueden ser violar la intimidad de las personas y no podrán de ninguna manera sustentar principios que usted expone como los valores de un periodista.
No soy periodista, pero de haberlo sido, estaría muy orgullos de recibir clases de una maestra como la periodista Astrid Gonzalez, que tiene la claridad de distinguir entre la vida privada y la pública de los personajes, con un alto sentido de la ética.
