Escuchar una champeta a 1.600 msnm, con la cordillera de los Andes y todo su esplendor imponiéndose frente a mí, no tiene precio. Siento lo mismo cuando escucho un vallenato o un porro, es cuando pienso que, irónicamente estando lejos de nuestros orígenes, es cuando más valoramos nuestros folclor. Debo confesarles que siento cierto orgullo cuando alguien después de conversar unos minutos, me pregunta: ¿usted de que parte de la costa es? Sin embargo, hoy quiero hablarles sobre dos notas publicadas en www.las2orillas.co la primera es la “Diatriba contra Mr. Black” y la otra “en defensa de Mr. Black”.
Quiero comenzar expresando mí opinión con respecto a lo publicado por Andreiza Anaya, en su nota “En defensa de Mr. Black” quien dice ser Comunicadora Social y Especialista en Desarrollo Socio – Cultural. Andreiza, primero que todo, siento pena ajena, porque, para tener un postgrado y más aun de comunicación social, caigas en la trampa del folclorismo. Pero bueno, querer escribir como se habla en una plaza de mercado no es nada, veamos este aparte de la nota “Qué se puede esperar de un pelao que no es capaz de llamar a u|n compatriota por su ascendencia histórica y cultural? Sí eres comunicadora social, desentenderse de los signos de interrogación, como usted misma lo expreso en su nota es un error “garrafal”. Andreiza, se imagina ¿Qué pensaran las personas de otros lugares del país y del mundo cuando vean esta redacción tan despreocupada de una profesional? Me concierne mucho al ser una entrada tan visitada (más de 6000 visitas) porque afecta la imagen del intelectual Caribe o costeño. Y no es que me considere intelectual ni mucho menos, simplemente le quiero decir que debería preocuparse más por la ortografía de un texto que muchos jóvenes colombianos están leyendo y que, es da mal ejemplo, hablando de redacción y ortografía, por supuesto.
Por otra parte, con respecto a lo que expresa la compañera “me hubiera gustado que al leer tu seudo- diatriba tuvieras los pantalones pa hacerle entender a Mr Black que el camino es Braulio el ladrón, una canción de conciencia social, como la buena champeta que por muchos lugares incluso fuera de Cartagena se está haciendo.” En esa parte estoy de acuerdo, “el serrucho” no es de las mejores canciones de Mr. Black, sin embargo fue el resurgir de un artista que se veía destinado al olvido, al igual que la champeta, que tuvo que adaptarse a los tiempos actuales, de reggaetón y “blin” “blin”. La champeta, en sus inicios artesanales, enmarco una realidad social, no solo de Cartagena, sino de la región Caribe entera, cantantes como Mr. Black, el “Afinaito”, el “Sayaying” y otros más, fueron fuertes representantes de la champeta durante más de una década.
Ahora con respecto a la Diatriba contra Mr. Black y “El serrucho” escrita por Fabio Andrés Olarte, quiero felicitarlo por la redacción de su escrito, tiene coherencia y cohesión. Respeto su opinión, aunque, lo invitaría a ir uno de estos días a la costa colombiana y contagiarse del ambiente de fiesta, de verbena, a untarse de maicena. Al contrario de Fabio Andrés, no me sorprende que se esté escuchando champeta en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, porque sí se le ha dado entrada a ritmos extranjeros, a letras vacías y sin sentido. ¿Por qué debe sorprender que la champeta se esté tomando el país? ¿Por qué nos sorprendería un rolo “champetero” y no uno “punkero” o “metalero”?
Con respecto a Mr. Black y su “serrucho”, una cosa es escucharlo, tal vez en una ciudad fría y solitaria; y otra en la humedad y calor de la costa, viendo pasar mujeres hermosas, bajo la sombra de las palmeras y con los pies untados de arena con cinco “frías” (cervezas) encima. Mr. Black, para despedirme, sí alguna vez lee esto, sepa que he bailado sus éxitos regionales y le deseo lo mejor en su carrera. A los que no han escuchado champeta que ingresen a Youtube e investiguen y contextualicen las canciones de champeta al mar, al calor y a la costa, al sentir de un pueblo que se quiere olvidar de la violencia y que como dice el dicho “a veces ríen para no llorar”. Bueno y me voy, porque voy a dar “serrucho”, “serrucho”.
@riverojuandavid
