Mientras que desde 1833 Argentina añora la soberanía de las Islas Malvinas, territorio históricamente disputado con el Reino Unido. Desde hace un año cientos de cordobeses, oriundos de la ciudad que lleva el mismo nombre que el archipiélago, están en el pie de lucha contra la nueva forma de colonialismo: el coorporativo, ese que imponen las multinacionales como MONSANTO.
Esta empresa que fue expulsada de Europa, actualmente avanza en territorio cordobés, en la construcción de una de las Plantas Productoras de Semillas Transgénicas más grandes del mundo. El hecho ha movilizado a los vecinos y vecinas de Malvinas a constituir "La Asamblea Malvinas lucha por la Vida", un colectivo social que le exige a las autoridades provinciales y nacionales su legítimo derecho a vivir en un AMBIENTE SANO y a ejercer la SOBERANÍA NACIONAL ALIMENTARÍA Y AMBIENTAL de su territorio.
El grito es unánime: ¡FUERA MONSANTO DE MALVINAS ARGENTINAS! ¡FUERA MONSANTO DE AMÉRICA LATINA!