“El problema no es que Petro sea de izquierda, sino que es un psicópata”, afirma Carlos Alonso Lucio en el programa Conversaciones en Las2orillas. No, Lucio, el problema es que hay mediocres y embusteros de derecha que envidian el liderazgo nacional e internacional del presidente de Colombia y que ellos nunca tendrán.
| Vea la conversación con Carlos Alonso Lucio que suscita esta réplica: “El problema de Petro no es que sea de Izquierda, sino que es un psicópata”
Alucinaciones y trastornos varios produce la “Política del Amor”, de la “Paz Total” y la ilusión de una “Colombia Potencia mundial de la vida”. Hay que admitir que, dado el déficit de gobernabilidad que caracteriza a Colombia, uno podría creer que se trata de locuras quijotescas las conquistas de los últimos diez meses y todo lo frenado, cambiado y recuperado del desagüe de podredumbre y corrupción vertido por las administraciones anteriores.
Y, sin embargo, no son quimeras. Los logros del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez están ahí. Y empiezan a ser palpables en los bolsillos y las despensas de la gente: 3% de crecimiento en el trimestre pasado, baja del dólar, flujo de inversión extranjera, inflación que cede, agro que se reactiva, déficit fiscal que disminuye mientras aumenta el recaudo tributario, matricula cero, reforma tributaria aplaudida por la OIT. Y la lista continua…
La gestión del primer gobierno de izquierda, en dos siglos de historia republicana del país, ha recibido el respaldo público, no solo de miles de colombianos que marchan en las calles, sino de gobiernos y organismos internacionales y de cerca de 400 líderes políticos, sindicales y académicos, entre ellos Pérez Esquivel, Chomsky y Corbyn, que firmaron una carta de apoyo al mandatario ante las denuncias sobre un “golpe blando” en su contra.
Adolorida y sin rumbo, la derecha criolla rebasa los límites del jarrón de su mala leche en su afán por enlodar la imagen del presidente Gustavo Petro. La principal pregonera de esta embestida, Vicky Dávila –más cercana a un nigromante que a una periodista– dispara escándalos sacados de la manga sin preocuparse por disimular los trucos de su dañino ilusionismo porque a esta Sherezade de la prensa amarillista lo único que le interesa es echar cuentos que susciten clics.
“Doctos y eruditos” de la verdad nacional, reescrita a punta del desprestigio moral y ético, ponen peones en el tablero. Y en esta jugada, han rescatado de los “sepulcros blanqueados” del M-19 a Carlos Alonso Lucio.
A decir verdad, más que un peón de ajedrez, Lucio es una dudosa ficha del parqués nacional cuyas andanzas le han sido siempre perdonadas. Para empezar, por parte de la comandancia de la otrora guerrilla del M-19 que, en repetidas ocasiones, hizo caso omiso de los nefastos comportamientos de esta especie de hijo pródigo y siempre volvió a abrirle las puertas.
Ahora, urgida por llenar un vacío de liderazgo, la derecha en todos sus matices perdona las prácticas mafiosas del personaje en cuestión quien, recordemos, ha fungido como asesor paramilitar, defensor en el Senado del Cartel de Cali de los Rodríguez Orejuela y, después, pastor evangélico.
“Si hay alguien que conozca al presidente Petro es Carlos Alonso Lucio”, afirma Juan Manuel Ospina en Conversaciones en Las2Orillas. Eso no es cierto. El paso del uno y el otro por la guerrilla del M-19 – con la clandestinidad y la compartimentación que exigía este tipo de militancia- no implica que se conozcan al punto que Lucio –transformado en aprendiz de psiquiatra- pueda diagnosticar al mandatario colombiano.
Es lamentable cómo el programa Conversaciones de Ospina hace uso y eco de la mediocridad, las falacias y las ansias de protagonismo de este personaje para, en una amena y calumniosa conversación, exhortar a la renuncia del presidente. Sin prueba científica alguna y con frases que el entrevistador complementa al entrevistado, Ospina y Lucio coinciden desfachatadamente en que “Petro es un psicópata peligroso para el país”.
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¿Por qué razón estos dos señores diagnostican una anomalía psíquica al presidente Petro? ¿Con qué experticia cuentan? ¿Sobre qué pruebas periciales se basan? ¿Acaso el hecho de ser predicador de secta le permite a Lucio decir lo que se le ocurra bajo el lema de “creedme que lo digo yo”?
Es de resaltar que en la Conversación entre Lucio y Ospina el pasado guerrillero del presidente Petro, que tanto le ha cobrado la derecha, no es un argumento para desprestigiarlo. Obvio, ese pasado en las filas del M-19 es el que legitima el discurso extravagante y ridículo de Lucio.
Un mínimo de respeto, señores, para esa Colombia que cree en el proyecto de sociedad enarbolado por Gustavo Petro y para la otra Colombia que no lo comparte, pero cuyas ideas deben ser reforzadas o controvertidas con argumentos serios propios de un debate político de altura y no surgidos del enojo y la envidia que produce a una persona tan inestable políticamente como Carlos Alonso Lucio el liderazgo nacional e internacional de Petro.
En este sentido, llamamos a Las2orillas a que rescaten el pluralismo y la diversidad en el debate pero que, de acuerdo a la deontología del periodismo, cumplan con el rigor de verificar y contrastar las fuentes. Abogamos porque todas las posiciones políticas tengan el derecho a expresarse, pero deben hacerlo con un mínimo de raciocinio y argumentación.
La democracia se nutre del pluralismo y del debate argumentado, no del chisme y la calumnia. En la antigua Grecia Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría. Un día, vino alguien a encontrarse con el filósofo y le dijo:
– ¿Sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
– Un momento, –respondió Sócrates– antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte una prueba, la de los tres filtros.
– ¿Los tres filtros?
– Sí, -continuó Sócrates– antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres filtros. El primer filtro es la verdad. ¿Has comprobado si lo que me vas a decir es verdad?
– No, sólo lo escuché.
– Muy bien. Así que no sabes si es verdad. Continuamos con el segundo filtro, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo, ¿es algo bueno?
– ¡Ah, no! Por el contrario.
– Entonces, -cuestionó Sócrates– quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que sean verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba del tercer filtro, el de la utilidad. ¿Es útil que yo sepa lo que me vas a decir de este amigo?
– No, en serio.
– Entonces, -concluyó Sócrates– lo que ibas a contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil; ¿por qué querías decírmelo?
Verdad, Bondad y Utilidad.
Firman:
Gente de abril que está por ahí
Ligia Vasquez, en Francia.
Elvira Asserías, en Francia.
Cristina Cruz, en Francia.
Alejandra Fayad, en Francia.
Valeria Fayad, en Francia.
Angélica Pérez, en Francia.
Mercedes Enciso Castro, en Francia.
Maria Elena Erazo, en Francia.
Karina Thierry Erazo, en Francia.
Luz Aliés Guinard, en Francia.
Teresa Galindo Lozano, en Francia.
Rodrigo Restrepo, en Francia.
Nicolás Quimbayo, en Francia.
Karim Velasco, en Francia.
Rafael Posada, en Francia.
Jorge Boccanegra, en Francia.
Andrés Carvajalino, en Francia.
Manuel Pesca, en Francia.
Miguel Angel Ferrís, en Francia.
Gloria Muñoz, en Francia.
Juanita Dubock, en Francia.
Christian Dubock, en Francia
Libia Acero Borbón, en Fracia.
Sandra Cardona, en Francia.
Jefferson Gordillo, en Francia.
Rogelio Castro, en Francia.
Gloria Uribe; en Francia.
Francisco Rocca, en Francia.
Ligia Riveros, en España.
Pedro Mogollón, en España.
Gustavo Guzmán, en España.
Luz Angela Valencia, en España.
Rocío Díaz, en España.
Claudia Elena Clavijo Guevara, en España.
Luz María Tovaría, en Suecia.
Carlos Ríos, en Suecia.
Efraín Silva, en Suecia.
Adriana Sosa, en Noruega.
Guillermo Pinzón, en Noruega.
Guillermo Laurín, en Italia.
Marta Ligia Niño, en Canadá.
Amy Velez Belalcázar, en Estados Unidos.
Martha Janeth Godoy, en Estados Unidos.
Mauren Maya, en Colombia.
Constanza Ramírez, en Colombia
Elsa Castañeda Bernal, en Colombia.
Luz Eugenia Sierra Marín, en Colombia.
Amparo Mejía Bonilla, en Colombia.
René Pérez, en Colombia]Jorge Eliécer Pardo, en Colombia.
Iván Beltrán Castillo, en Colombia
Fabio Hipólito Mariño, en Colombia
Daniel Prado, en Colombia.
Iván Sánchez Vásquez, en Colombia.
Stella Jenny Potes, en Colombia.
Licenia Sáez, en Colombia
Catalina Sáez, en Colombia.
Sara Silva, en Colombia.
Julián Silva, en Colombia.