Según el Dane el desempleo hoy en Colombia cobija a más de 4,7 millones de desempleados que sumados a los 5,4 millones de trabajadores que perdieron su ocupación en medio de la pandemia y la cuarentena, arrojan más de 10 millones de cabezas de hogar que no tienen ingresos. A ello debería agregarse los 3,4 millones de inactivos que se han generado en el último año.
Nunca habíamos llegado a esta extrema situación, ni en los peores momentos de las guerras, la violencia y el conflicto armado.
Y ni en el vecindario han llegado a esta calamitosa situación.
Está demostrado por la Cepal que en términos de los recursos asignados para la pandemia en los diversos países, América solo ha gastado la quinta parte de los países europeos y Colombia junto con México aparecen como los que menos han gastado a nivel interregional. La Universidad Javeriana en el análisis de los recursos gastados para ayudar a la población y a las mipymes concluye que no alcanza al 6 % del PIB, una cifra irrisorios frente a los 117 billones que dice haber gastado el gobierno pero que a la misma universidad no le cuadran.
Este tardío e insuficiente gasto es el que explica por qué en Colombia tenemos al país donde la tasa de desempleo es la más alta del 21,4 % en mayo y donde el impacto sobre la economía ha sido de los más severos. Decreció un 20,6 % el PIB en abril y un 14,3 % en mayo, con lo cual se explica el desempleo galopante y la pérdida del tejido empresarial en las mipymes.
No hay que dudar en señalar que los estragos tan desproporcionados en Colombia tienen como mayor responsable al gobierno nacional de Duque, que ha sido generoso con los banqueros y grandes corporaciones nacionales y extranjeros y michicato y cicatero con el pueblo y los empresarios de las mipymes.
Por ello se requiere que esta situación se recomponga. No hacerlo meterá mayor presión a un posible estallido social y a hacer más difícil cualquier programa de reactivación.
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El mejor programa lo han agitado el Comité Nacional de Paro en un pliego de emergencia de 6 puntos y los proyectos de ley de congresistas de la bancada alternativa y algunos del liberalismo y la U
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El mejor programa que hay hoy planteado al respecto lo han agitado el Comité Nacional de Paro en lo que ha llamado un pliego de emergencia de 6 puntos y los proyectos de ley de congresistas de la bancada alternativa y de algunos del liberalismo y de la U.
Los 6 puntos del pliego de emergencia presentado al gobierno desde el 16 de junio al gobierno de Duque y que no ha dado muestra alguna de responder, contempla los temas de: intervención del estado del sistema de salud con bioseguridad y formalización laboral para todos sus trabajadores; renta básica de un salario mínimo para 9 millones de familias por seis meses; defensa de la producción nacional con subsidio a las nóminas de las mipymes y empleo con derechos; matrícula universitaria cero y no alternancia presencial en la educación; protección contra la violencia de género y la discriminación por diversidad sexual o minoría étnica; derogatoria de los decretos regresivos de carácter laboral, pensional, tributario y ambiental. Así como aquel que permite la privatización de Ecopetrol, Cenit e ISA.
Y con los congresistas se coincide en el tema de la renta básica, la derogatoria de decretos regresivos y privatizadores, reformas a las fuerzas armadas, reforma tributaria progresiva que grave las riquezas y no más IVA, entre otras.
El de la renta básica y el de subsidio a las nóminas de las mipymes serían las mejores fórmulas para una política de choque frente al desempleo y un punto mejor de partida para poder generar una reactivación económica, pues empuja la demanda de bienes y servicios, que es lo que falta dinamizar. Producir sin quien pueda consumir es una estúpida propuesta para reactivar.
Cualquier política de empleo hoy en Colombia debe empezar así y el estado debe hacer esas inversiones. Persistir en las fórmulas fracasadas del modelo neoliberal de reducir los salarios y los ingresos de los trabajadores solo conlleva a más desempleo. A corto plazo se requiere privilegiar la producción agropecuaria e industrial y el trabajo nacionales, revisando los TLC y a más largo plazo toda una política de industrialización.
Es la hora de atender las mayorías trabajadoras y empresariales de las mipymes. Es hora de la renta básica y el subsidio a las nóminas. Basta de más gabelas a banqueros y grandes corporaciones.
Twitter: fabioariascut
