La idea de implementar en este momento una renta básica (RB) en Colombia tiene ventajas y riesgos asociados, de los que podemos aprender si tenemos en cuenta las posiciones de las confederaciones sindicales y sindicatos europeos en esta materia. Este artículo explica la idea de la RB y sus diferentes tipos, plantea las posiciones de los sindicatos en el Reino Unido, Alemania y Finlandia hacia su implementación. Concluyo con algunas reflexiones sobre la implementación de la RB para enfrentar los efectos de la pandemia en nuestro país.
La RB es una idea que causa controversia alrededor del mundo, de implementarse en un país, cambiaría la economía, el mercado laboral y la vida de muchas personas. Sin embargo, la manera en que la RB cambiaría las sociedades es aún especulativa, pues su implementación empírica se ha llevado a cabo en limitados experimentos.
Una definición muy amplia de la RB la describe como "la idea de un ingreso económico concedido de forma incondicional a todos los ciudadanos de un país de forma individual, sin prueba de recursos o trabajo requerido" (Fundación Universal Basic Income). Sus características generales son: el ser asignada de manera individual, es decir, independiente de la situación familiar de sus beneficiarios; ser universal, no depende del nivel de ingresos de otras fuentes y no estar limitada a ninguna condición, es decir, no se limita a los que trabajan o los que no (Van Parijs, 2016).
Llama la atención que la idea de RB tenga partidarios tanto en la izquierda como en la derecha política. Esto es comprensible si se tiene en cuenta que las características de los esquemas de RB, la forma de financiación y el propósito que persiguen difieren enormemente. Existen enfoques liberales-conservadores, centrados generalmente en el establecimiento de una RB bajo la premisa de un rol del Estado y unos servicios públicos más reducidos. En este escenario la asignación monetaria es generalmente poca, financiada con recortes del Estado, con un mercado actuando sin restricciones y los ciudadanos como consumidores funcionales.
Por el contrario, los enfoques progresistas consideran que una RB es un complemento de los sistemas públicos de protección social. Se puede financiar de diferentes formas sin disminuir el tamaño del Estado, por ejemplo utilizando los dividendos de capital creados por grandes empresas, o con una reforma impositiva, entre otros. Los propósitos que persigue esta RB son la realización de vidas más plenas, de mayor grado de libertad desligada de la preocupación por la existencia material personal y familiar. Y así dedicar más tiempo a otras tipos de labores de valor social, como las actividades creativas, intelectuales, de cuidados, etc. Tanto John Stuart Mill como John Maynard Keynes esperaban con interés el crecimiento del tiempo libre: la reorientación de la vida de lo meramente útil a lo bello y lo verdadero (Skidelsky, 2016).
En Europa las posiciones hacia la RB que tienen los sindicatos, que valga la pena decirlo, son las organizaciones que luchan, negocian, abogan por el bienestar de empleados(as) y trabajadores(as), el mantenimiento de su poder adquisitivo y mayoritariamente la justicia social, también son controvertidas.
Confederaciones y sindicatos del Reino Unido: Mayoritariamente a favor de la RB
Argumentos a favor: La RB acompañada de otras medidas de protección social es la política económica adecuada para la protección de los trabajadores(as) precarios. Es decir, el sistema de protección social tradicional falló en proteger a quienes trabajan de manera informal, precarizada, por horas o en plataformas digitales, la RB puede resolver esos problemas. Adicionalmente, los sindicatos ingleses prevén la rápida llegada de mayor automatización e inteligencia artificial, que sé que pone en riesgo numerosos puestos de trabajo, por lo tanto la RB puede ser la manera de distribuir los ingresos que genere la automatización.
Argumentos en contra: Pueden haber otras medidas económicas que consigan los mismos efectos a menor costo, de ser así la RB generaría un uso ineficiente de los recursos públicos al pagarse a todos(as) en lugar de los más necesitados.
Confederaciones y sindicatos en Alemania: Mayoritariamente en oposición de la RB
Argumentos a favor: Es deseable eliminar los miedos existenciales por la falta de ingresos, así como poner a todas las personas y la vida digna en el centro de la agenda sindical. Se logra el reconocimiento económico de las labores sociales no pagadas, con la implementación de la RB.
Argumentos en contra: No es deseable socialmente desligar el trabajo del ingreso. El trabajo es participación social, que estructura y beneficia al conjunto de la sociedad y al individuo. Por lo tanto, el reconocimiento y el valor del trabajo productivo, no se debe desincentivar con la introducción de una RB. Adicionalmente, manifiestan que no existe la fuerza social suficiente para garantizar que de ponerse en marcha una RB esta sea progresiva y no neoliberal. Estos sindicatos creen que la RB entraña un riesgo de desprotección social mayor, pone en juego el desmantelamiento de los sistemas públicos de protección de riesgos.
Confederaciones y sindicatos en Finlandia: no existe una posición mayoritaria
Argumentos a favor: La medida de RB reduce la pobreza y simplifica los procesos para obtener beneficios sociales, altamente burocratizados y humillantes. Los sistemas de bienestar europeos son criticados en casi todos los países por estas causas.
Argumentos en contra: la RB representa beneficios para los empleadores y la derecha política. De acuerdo a este razonamiento, si las medios de subsistencia de la población son responsabilidad de la sociedad por medio del Estado, los empresas quedan libres de pagar salarios decentes. Existe el riesgo de que los salarios sean disminuidos, al entenderse como una compensación (Pulliainen, 2018).
En síntesis, antes que unificado o simplista, son diversas y complejas las posiciones de los sindicatos en Europa hacia la renta básica. Actualmente, en tiempos de crisis global de la salud, la demanda ciudadana de contar con los medios de vida, está generando un gran interés social por la implementación de una RB, en varios países. En Colombia, algunos sindicatos, organizaciones del sector solidario y la sociedad civil abogan por su implementación para enfrentar la crisis.
Cinco reflexiones sobre la RB en Colombia en tiempo el COVID-19.
- Debemos asegurarnos que abogamos por una RB progresista. Esto es, a la par de defender un ingreso individual, defendemos el valor de lo colectivo y lo público, necesitamos reforzar el sistema de protección social. Una forma práctica de hacer esto es, mediante la organización ciudadana para promover intereses colectivos: unirse a un sindicato, conformar veedurías ciudadanas, etc.
- La RB podrá generar efectos macroeconómicos positivos en la situación actual. En términos económicos, la RB es un subsidio del Estado a la demanda, esto inyecta recursos al mercado en cada transacción de consumo. A diferencia del subsidio a la oferta, dirigido solo a las empresas, donde una porción de los recursos sale del mercado, en la acumulación del empresario.
- Si se trata de disminuir la pobreza, varios autores señalan que las transferencias condicionadas (focalizadas) son más costo-efectivas
- Autores señalan que la implementación la RB se puede realizar mediante un sistema de asignación para algunos(as), de deducción de impuestos para otros(as) o un sistema mixto. Algunos autores proponen una combinación de una política fiscal y social para su implementación.
- América Latina es un escenario único para la implementación de una RB, debido a la alta informalidad de su economía, la desigualdad social y el alto grado de segmentación en la cobertura de la seguridad social. Por lo tanto, sería muy interesante que los esfuerzos por su implementación en Colombia, los acompañemos con esfuerzos para que en otros países de la región también sea implementada. Considero que esto repercute en beneficio colectivo, pues prevenimos la competencia del dumping social entre países de la región, cuando la economía global se reactive.
*La investigación en la que se basa este artículo fue parte de la tesis de maestría de Romy Siegert y Verónica Vélez, en la Universidad de Kassel y la Escuela de Derecho y Economía de Berlín.
